Un incendio se desató en la madrugada de este miércoles en la zona oeste de Rosario, transformando permanentemente la vida de varias familias y poniendo en jaque la seguridad del barrio Triángulo.
El siniestro, que provocó daños irreparables, comenzó en una vivienda de dos plantas ubicada en la intersección de Campbell y Saavedra, y rápidamente se extendió a otras construcciones y vehículos estacionados en los alrededores.
El fuego se originó en la parte trasera de uno de los domicilios afectados, donde funcionaba un taller mecánico. El relato de los vecinos coincide en que todo se inició con una explosión, presumiblemente en un automóvil estacionado en ese espacio, que precedió la aparición de las llamas.
Momentos límite y colapso de estructuras
La magnitud del fuego fue tal que dejó la estructura de los inmuebles en un estado crítico, con daños en las paredes y rajaduras. Un ingeniero de Defensa Civil debió disponer que la propiedad quedara deshabitada hasta realizar una revisión más exhaustiva.
Las llamas alcanzaron otras viviendas situadas sobre el pasaje 1825 al 6200, en el barrio Triángulo. Allí, las consecuencias fueron especialmente graves: una mujer identificada como Jaqueline y su familia sufrieron el colapso del piso del departamento superior donde residían, cayendo sobre la casa de su padre, ubicada en el nivel inferior.
Jaqueline relató los tensos momentos: “Fue inesperado. Estábamos preparando la cena con mi marido y escuchamos una explosión”. Al percibir el humo en el patio, la familia se percató de que les era imposible utilizar la escalera para bajar.
Gracias a la reacción de los vecinos, Jaqueline, su marido y su hijo lograron ponerse a salvo subiendo a un techo lindero. La dueña de casa volvió sobre sus pasos en un acto de desesperación para rescatar a sus cinco perros y dos gatos.
Operativo de emergencia y pérdidas materiales
La respuesta de los servicios de emergencia fue masiva. Un total de cinco dotaciones de bomberos trabajaron intensamente durante horas para controlar el siniestro. El operativo de contención incluyó la movilización de tres dotaciones de Bomberos Voluntarios de Rosario y dos de Bomberos Zapadores, recibiendo apoyo adicional de unidades de Pérez, Funes y Capitán Bermúdez. También intervino el Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES).
Se confirmó que los ocupantes de las viviendas sufrieron principios de intoxicación por monóxido de carbono, si bien ninguno requirió internación hospitalaria.
Pese a los esfuerzos, los daños materiales fueron devastadores. La planta baja de una de las viviendas quedó completamente arrasada, y el derrumbe del piso superior provocó la caída de escombros sobre la casa del padre de Jaqueline.
Varias familias se encuentran en una situación de vulnerabilidad tras perder sus hogares y pertenencias. Jaqueline, quien trabaja en papelería y sublimación desde su domicilio hace once años, logró salvar una de sus máquinas esenciales. Sin embargo, tanto ella como su pareja, trabajador de seguridad privada, y su padre, dedicado a la plomería, sufrieron la pérdida total de electrodomésticos y muebles. El amanecer de este miércoles marcó el inicio de una “tarea titánica” para intentar recuperar lo que quedó entre escombros y hollín.