En ocasiones, se realizan a puertas cerradas en las cámaras del Crimen de Tribunales 2 de Córdoba algunos juicios que, a la vez, provocan dolor e indignación. En las próximas horas, se dictará sentencia en contra de cuatro empleados de la Municipalidad de Villa Carlos Paz que están acusados de haber cometido tres actos de abuso sexual en perjuicio de un joven compañero.
Dos de esos hechos han sido considerados por la acusación, a cargo del fiscal de instrucción Ricardo Mazzuchi, como “gravemente ultrajantes” y con un “daño grave en la salud mental de la víctima”.
Aparentemente, todo se habría pretendido enmarcar en un contexto de bullying laboral, el acoso que en épocas pretéritas se consideraba una “broma” pesada, sin importar lo que provocaba en el receptor de tratos reñidos con toda consideración humana. En este caso, el acoso, de una broma verbal, fue pasando a los actos, con tocamientos inadecuados y no consentidos, hasta llegar a lo más brutal de un abuso sexual con acceso carnal, todo en un marco de humillaciones personales.
Los cuatro acusados que son sometidos a juicio en la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba son Gonzalo Benjamín Cabrera (hoy, de 28 años), Lucas López (36), Alejandro Pavese (59) y Daniel Pedano (53). El debate con juez unipersonal es conducido por el camarista Enrique Buteler, mientras que la acusación está a cargo del fiscal Fernando Palma.
Todo sucedió entre diciembre de 2015 y febrero de 2016 en el taller mecánico de la Municipalidad, sito en la esquina de Alfonsina Storni y Los Ceibos, de la villa serrana.
El primer hecho sucedió en los primeros días de diciembre de 2015.
Según la causa, mientras tomaban mate, Lucas López habría manoseado a la víctima.
Fueron “actos físicos de tocamientos con contenido y significación sexual que vulneraron la libertad sexual del damnificado a razón de que no fueron consentidos libremente, aprovechándose el autor de la vulnerabilidad de la víctima en razón que el mismo se encontraba en una situación de inferioridad”, redactó el fiscal.
El segundo hecho sucedió el 20 de enero de 2016, en el mismo lugar, durante un descanso en las tareas. El expediente dice que los cuatro acusados, “Gonzalo Cabrera, Daniel Pedano, Lucas López y Alejandro Pavese, previo acuerdo de voluntades, se dispusieron a cometer un hecho contra la integridad sexual” del joven compañero de trabajo que hacía muy poco tiempo había comenzado su experiencia laboral.
El fiscal Mazzuchi detalló que, “como consecuencia de los hechos relatados, el damnificado sufrió un grave daño en su salud mental descripta en el área somática, como alteraciones que lo llevaron a consulta psiquiátrica y psicológica en el momento de los hechos, para el tratamiento compatible con un cuadro relacionado con un trastorno adaptativo en parcial remisión”.
El tercer hecho, más grave aún que el anterior, describe un comportamiento de “abuso sexual con acceso carnal”, según el instructor.
En la misma sede laboral, el 10 de febrero al mediodía, la joven víctima estaba descansando junto consus compañeros Cabrera, Pedano y López. También con previo acuerdo de los agresores, según la causa, abusaron de él. Cuando la víctima logró zafar, salió corriendo y huyó en su automóvil.
Mazzuchi resaltó que la víctima tuvo que recibir tratamiento psicológico y psiquiátrico.
Lo más significativo de todo este perjuicio resultó del peritaje psicológico que realizó la psicóloga oficial Rocío Calvo, quien dijo que la víctima sufrió tal daño psíquico que no podrá recuperarse de los efectos del estrés postraumático.
Penas de prisión efectiva
En su alegato, el fiscal de cámara Fernando Palma solicitó penas de prisión para los cuatro acusados.
A Pavese y a López les pidió una condena de seis años y medio de prisión por abuso sexual simple gravemente ultrajante agravado por grave daño a la salud mental de la víctima y por la participación múltiple en concurso predeterminado. Sobre López, también pesa el delito de abuso sexual simple (primer hecho).
A Cabrera y a Pedano también se les reprocha la misma primera acusación, pero el fiscal les pidió seis años de prisión.
La víctima es asistida en el juicio por el penalista Adolfo Allende Posse, quien adhirió a lo solicitado por el acusador público.
En las próximas jornadas se anunciará la fecha de la última audiencia, cuando se escuchen la última palabra de los acusados y el veredicto del camarista Buteler.
