La Justicia de Mar del Plata puso el foco en un grupo de policías de civil, investigados luego de que un joven muriera en una presunta persecución, este jueves en la madrugada. Recibió al menos dos balazos que lo hirieron fatalmente.
Ocurrió en la zona del barrio Bosque Grande. Según el relato de familiares de la víctima, identificada como Matías Paredes (26), cinco efectivos de civil intentaron detener la marcha de un automóvil Fiat Palio en el que viajaba el joven junto a otros dos amigos. El grupo siguió la marcha, pensando que se trataba de un robo, y los agentes abrieron fuego.
Matías iba sentado en el asiento trasero y recibió dos disparos fatales, detalló La Capital. Los jóvenes volvían del club Alvarado, lugar al que habían asistido para un evento. Los investigadores detallaron que tres de los policías viajaban en una camioneta Ford Ecosport y fueron ellos quienes iniciaron la persecución.
En un semáforo, un Volkswagen Bora les cortó el paso e intentaron abrirles las puertas del Palio. En ese vehículo iban otros dos oficiales.
Según las primeras versiones, los jóvenes se asustaron al no identificar a los hombres que los interceptaron y siguieron su rumbo hasta Goñi Bis y la calle 37, donde finalmente los detuvieron. En el medio de la persecución, se efectuaron los disparos.
La causa está caratulada como “homicidio agravado” y está a cargo del fiscal Alejandro Pelegrinelli. Todavía aguarda el informe pericial para poder saber qué armas fueron disparadas y quiénes fueron los responsables de los disparos.
El funcionario explicó a los medios: “Un Fiat Palio color rojo con tres jóvenes a bordo, es interceptado por dos vehículos no identificables, el auto intenta evadir, se bajan dos hombres del coche, que serían personal policial, disparando”.
“Interpreto que los jóvenes pueden haber creído que los iban a robar”, agregó luego. Fuentes cercanas al caso añadieron que los oficiales en realidad estaban en búsqueda de Cristian “El Guachín” Monje, un hombre señalado como sospechoso del crimen del kiosquero Cristian Velázquez, de 50 años, quien permanece prófugo.
Matías trabajaba con su papá en la construcción. Vivía en el barrio Bosque Grande. Cercanos a él indicaron que jamás había tenido problemas con la ley y que es “una locura lo que le hicieron”.
De momento no hay detenidos y se trabaja analizando las cámaras de seguridad.
Con información de TN
