Una joven de 19 años, identificada como Liz, denunció públicamente el calvario que vivió el pasado 19 de febrero en su primer día de trabajo en un local de Zárate. En una entrevista con TN, Liz relató que fue drogada y abusada sexualmente por el dueño del establecimiento, Fabián de la Cruz.
Según su testimonio, Liz consiguió el trabajo a través de su hermana, quien tenía una relación de amistad con el acusado y había trabajado con él anteriormente. La entrevista de trabajo se llevó a cabo el 18 de marzo a las ocho de la noche, en presencia de cuatro amigos de Liz. Al día siguiente, comenzó a trabajar. Inicialmente, se le había dicho que habría otra empleada, pero al llegar a las 8 de la mañana, estaba sola con Fabián de la Cruz.
Liz contó que estuvo trabajando alrededor de tres o cuatro horas haciendo empanadas. En ese momento, su jefe le ofreció una bebida que ella no vio preparar. Tras ingerirla, comenzó a sentirse extraña, describiendo la sensación como estar en “modo automático” y perdiendo el control de sí misma. Finalmente, relató que perdió la conciencia y se despertó con el dueño del local encima, completamente desnudo, en un depósito al lado de la cocina.
Desesperada, Liz se encerró en el baño y luego decidió “seguirle la corriente hasta llegar a mi casa”. Al salir, De la Cruz le aseguró que no quedaría embarazada porque tenía una vasectomía. Luego, le ofreció llevarla a su casa, y durante el trayecto en auto la tocó en la pierna y le insinuó que si quería progresar, no debía contar nada.
Al llegar a su hogar, Liz le contó lo sucedido a su madre, quien la acompañó a realizar la denuncia policial. Tras hacer pública su historia en Facebook, recibió mensajes de otras mujeres que afirmaron haber vivido situaciones similares con el mismo hombre. “Hay un montón de chicas más que contaron que pasaron lo mismo”, aseguró Liz.
Actualmente, Liz vive con miedo y solicitó una restricción perimetral contra su agresor. Su abogado, Marcelo Urra, explicó que el local donde ocurrió el abuso no está abierto al público, funcionando únicamente como cocina para hacer viandas, lo que explica que Liz estuviera sola con el acusado.
El abogado también informó que se tomaron muestras para pericias, aunque la toma de muestras sanguíneas se demoró en comparación con el hisopado. Se está a la espera de la muestra de sangre del acusado y la pericia psicológica. Además, se solicitaron las grabaciones de las cámaras de seguridad municipales y de una vecina propietaria del local.
Tras la viralización del caso en Zárate, se conocieron testimonios de otras cuatro mujeres que también habrían sido víctimas de Fabián de la Cruz. Tres de ellas realizaron denuncias formales, mientras que la cuarta, por miedo, solo lo contó en redes sociales. “Hay mucha gente que tiene miedo y no quiere hablar. Estamos convencidos de que hay más personas”, afirmó el abogado.
Este caso pone de manifiesto la vulnerabilidad de las personas en sus primeros días de trabajo y la importancia de denunciar situaciones de abuso. Liz se animó a contar su historia para alentar a otras víctimas a romper el silencio.