Una mujer trans fue abusada sexualmente en una comisaría de la Ciudad de Buenos Aires, durante una protesta por las condiciones de detención, según informó hoy el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels).
Todo sucedió entre la noche del jueves y la madrugada del viernes en la Comisaría 3A de Balvanera, donde la víctima se encontraba alojada junto a varones cis, en claro incumplimiento de la Ley de Identidad de Género.
Además, había sido detenida en flagrancia e infracción a la ley de drogas, una herramienta de criminalización a consumidores.
Condiciones infrahumanas
Según explicaron, la debían trasladar a una alcaidía de mujeres, pero no lo hicieron.
Incluso, se corroboró que esa madrugada había 22 personas en la comisaría de la Ciudad, solo 11 colchones y ninguna ducha.
Otros detenidos
Entre los detenidos, cuatro estaban por averiguación de ilícito, es decir que solo estaban detenidos por “sospechosos”. En ese contexto se desató la protesta. El reclamo era ser trasladados, por las condiciones indignas en las que se encontraban.
Hoy el número de personas detenidas en alcaidías y comisarías llegó a su pico máximo: 811 personas.
Según explicó el Cels, esto sucede porque el Servicio Penitenciario Federal, sistema que absorbe la mayoría de las personas detenidas de la Ciudad, está sobrepoblado y desde la pandemia no permite que ingresen nuevos detenidos.
Por esta falta de cupos, las comisarías y alcaidías empezaron a alojar personas por periodos prolongados de tiempo, aunque no son lugares para que las personas estén detenidas de forma permanente.
De esta manera, las condiciones de detención en alcaldías y comisarias de la Caba son inhumanas. Además del hacinamiento, las comisarías no tienen luz natural y casi ninguna tiene duchas, afirmaron desde la web del centro.
“El Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) tampoco resuelve la situación de las personas detenidas en su jurisdicción mientras que produce con su política criminal que aumente la tasa de encarcelamiento. La dignidad de las personas está en juego en estas decisiones. También su vida. La violencia que se dice contener con leyes y políticas duras termina en hechos gravísimos como los de anoche”, concluyó el texto.