El partido de General Rodríguez, en Buenos Aires fue escenario de un desgarrador crimen que dejó conmocionado a todo el barrio. Nayla Malena Agüero, una niña de tan solo siete años, fue asesinada y su cuerpo escondido en el ropero de un joven vecino, Ariel Axel Díaz, de 18 años. La tragedia ocurrió este miércoles en el barrio Pico Rojo, en la calle Ambato, entre Acoyte y Aconcagua.
Malena jugaba en el patio de su casa cuando desapareció de la vista de su madre, Natalia Herrera, alrededor de las 14 horas. La madre de la niña relató que su hija había ido a jugar con una vecina y luego de un rato le comentó que iba a ir a cambiarse para “hablar con la nena del otro lado”. Sin embargo, al cabo de un tiempo y tras no escucharla, Natalia comenzó a buscarla por el barrio sin éxito, desesperada.
Minutos después, la madre se acercó a la vivienda de su vecino, Ariel Axel Díaz, quien le aseguró que no había visto a Malena y que se encontraba en la ducha. A pesar de este primer contacto con el joven, la búsqueda continuó infructuosa hasta que la Policía regresó al domicilio de Díaz. Fue allí donde, tras un nuevo registro, encontraron el cuerpo de la pequeña, envuelto en sábanas y oculto en el placar de su habitación.
El hallazgo dejó a los vecinos y a la comunidad en shock. Díaz fue inmediatamente arrestado y trasladado a la dependencia policial de la zona. La fiscal Gabriela Urrutia, titular de la UFI 10 del departamento judicial de Moreno-General Rodríguez, se hizo cargo de la investigación. El joven, que vive en la planta baja de la misma casa que la familia Agüero alquilaba, permanece detenido como principal sospechoso del homicidio.
La vivienda de Díaz fue incendiada por los vecinos, quienes además agredieron a su madre, quien no se encontraba en casa al momento del crimen.
El desgarrador relato de la madre
Natalia Herrera compartió cómo vivió los momentos previos a la desaparición de su hija. “Ella estaba jugando en la pileta cuando me dijo que se iba a cambiar. Pasó un rato y no la escuchaba más. Salí a buscarla y no la encontraba. Toqué la puerta de Ariel y me dijo que no la había visto, que él estaba bañándose”, relató la madre de la víctima.
Más tarde, tras varias horas de búsqueda, los policías decidieron revisar la casa de Díaz, algo que terminó por desvelar la tragedia. “Los policías entraron a la casa y, al instante, encontraron a mi hija en el ropero”, contó Natalia.
La mujer, quien vivió en la zona junto a sus tres hijas, no salía de su asombro. “Nunca me imaginé que él haría algo así, vivía encerrado, no sabía qué pasaba por su cabeza”, afirmó.
Por el momento, la madre de Malena no fue llamada a declarar en la causa. Natalia expresó su preocupación por la incertidumbre que vive junto a su familia, ya que actualmente se encuentra alojada en la casa de una vecina, debido a que no tiene un hogar propio. “No sé dónde voy a vivir con mis otros hijos”, agregó.
La fiscalía continuará con la investigación del caso, mientras los vecinos demandan justicia para Malena.