Ballesteros Sud atraviesa días de profunda incertidumbre y conmoción tras la desaparición de Lian Gael Flores Soraire, el niño de tres años cuyo rastro se perdió el sábado pasado. Tras una semana sin certezas la investigación avanza con más operativos y rastrillajes en la zona y el secuestro de vehículos, mientras la comunidad local comienza a movilizarse en su reclamo de respuestas.
La noche del jueves, vecinos de esta pequeña localidad de 700 habitantes se concentraron en la plaza principal para exigir avances en la búsqueda. Con carteles con la imagen de Lian y pancartas pidiendo justicia, recorrieron las calles en una manifestación pacífica pero cargada de dolor e incertidumbre.
Horas antes, otra marcha con un grupo menor de personas se dirigió hacia la plaza principal de Bell Ville, frente a la Municipalidad. Esta ciudad, cabecera del departamento Unión, es donde se asienta la investigación judicial a cargo de los fiscales Isabel Reyna y Nicolás Gambini.
Más fiscales para buscar a Lian
El Ministerio Público Fiscal (MPF) informó este viernes que se conformó un equipo conjunto de investigación (ECI) con el objetivo de “continuar, coordinar y fortalecer las investigaciones”.
El equipo estará compuesto por los fiscales provinciales, Isabel Reyna y Nicolás Gambini, la fiscal federal de Bell Ville, María Virginia Miguel Carmona y los fiscales federales a cargo de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, María Alejandra Mángano y Marcelo Colombo.
Según detallaron, la iniciativa busca garantizar una respuesta eficaz y coordinada ante delitos complejos y de trascendencia y permitirá optimizar recursos, unificar criterios de actuación y fortalecer las capacidades investigativas, garantizando un proceso más eficiente y riguroso en la obtención de pruebas, tendientes al esclarecimiento del caso.
Todo cambió en el pueblo de Lian
La desaparición de un niño es uno de esos casos que, a pueblos como estos, llegaban siempre a través de la televisión, en crónicas de sucesos lejanos. La comunidad, que hasta hace unos días vivía en una aparente tranquilidad, ahora observa con desconfianza cada movimiento.
Un dato importante es que Ballesteros Sud cuenta con 27 cámaras con lectores de patentes, un sistema que ha permitido a la fiscalía avanzar rápidamente en la identificación de vehículos que pudieron haber transitado la localidad en los últimos días. Algunas camionetas y autos fueron secuestrados en las últimas horas, mientras se analizan registros.
Hay un solo ingreso y egreso al pueblo desde la ruta 9, con un puente donde se encuentra la cámara principal, pero también hay caminos rurales que conectan con otras rutas y localidades.
La casa donde vivía Lian no está en la zona urbana, sino en un área rural cercana, junto a otras de familias dedicadas a la fabricación de ladrillos.
El caso, de gran impacto en el país, también generó una transformación en la vida cotidiana de los habitantes del pueblo. Hasta hace unos días, los niños jugaban solos en la calle sin preocupaciones. Tras la desaparición de Lian, cada padre o madre debe encargarse de llevar y retirar a sus hijos de la escuela, una medida adoptada por la única institución educativa local, que también brindó contención a los hermanos de Lían que concurren a sus aulas.
Para un pueblo en el que todos se conocen, es casi natural dejar a los chicos jugando tranquilos en la calle, pero tras la desaparición de Lian esto cambió, reflejando la sensación de temor que recorre el pueblo.
Entre los vecinos tampoco aparecen certezas sobre qué pudo haber pasado.
El impacto emocional del caso se siente en cada rincón. Los vecinos cuentan que miran con recelo situaciones que antes pasaban desapercibidas.
Mientras la investigación prosigue, la tranquilidad de Ballesteros Sud se ha quebrado, y el temor sigue presente hasta que se sepa qué sucedió con Lian.
