En medio de una fuerte conmoción, este lunes fueron sepultados los restos de Jesús Buffarini (23), el joven que murió en la madrugada del domingo tras una riña, a la salida de un boliche, en la localidad de General Cabrera, departamento Juárez Celman, sur de Córdoba.
La primera noticia sobre el caso daba cuenta de que “una patota lo había matado a golpes y patadas”.
Las averiguaciones policiales y el registro de cámaras de la localidad habrían permitido determinar que se trataría de un “homicidio preterintencional” protagonizado por quienes habían sido “sus amigos”, de acuerdo a fuentes de la causa.
Se presume que quienes lo golpearon y forcejearon con él no tenían la intención de quitarle la vida, de acuerdo a los voceros del caso.
Pero por un golpe o un empujón, Buffarini cayó al suelo de espaldas en la vía pública y murió inmediatamente. Según la autopsia, sufrió una luxación de columna cervical y el consiguiente daño en la médula espinal, según trascendió.
Crimen de Jesús Buffarini: qué se presume del caso y quién es el principal sospechoso
El fiscal Daniel Miralles detalló a medios locales que “Buffarini habría estado discutiendo con Federico Mellano tanto dentro de la confitería Greenhouse como al frente de su casa, sobre la avenida Fangio”.
“En ese contexto cuando estaban discutiendo, en pelea o en un enfrentamiento, intervino la tercera persona de apellido Cabrillano quien le pega un golpe y un empujón y lo hace caer de espalda, cayéndose él mismo, en conjunto, es la lesión que a la postre es fatal”, dijo el fiscal a Puntal AM.
Desde el Ministerio Público se confirmó que, horas después, Federico Cabrillano (22) se entregó y quedó imputado por el supuesto delito de “homicidio preterintencional”.
Según juristas, se interpreta que la intención del autor de este tipo de homicidio es producir un daño y no matar porque el golpe de puño es considerado un medio que razonablemente no debería producir la muerte.
El Código Penal prevé para este delito (artículo 81) una pena de entre uno y seis años de prisión, lo permite a los acusados esperar el juicio en libertad.
Por el momento, Cabrillano está detenido en la alcaidía de La Carlota. Este martes sería trasladado a Río Cuarto donde en los días siguientes sería indagado.
Miralles también investiga a Mellano, pero se aclaró que un presunto tercer involucrado, “de acuerdo a testimonios y al registro de una cámara no habría tenido ninguna participación” en la riña.
El fiscal señaló que la riña fue a las 6.18 y a las 6.50 del domingo el hospital dio aviso del ingreso de un fallecido. La Policía tomó numerosos testimonios, incluidos los de los guardias de seguridad del boliche y de las personas que llevaron a Buffarini al hospital, donde llegó sin vida.
También secuestraron la camioneta en la que se movilizaban sus presuntos agresores y sus celulares.
Rolby Valdivieso, abogado de Río Cuarto, confirmó a La Voz que representará a Cabrillano y adelantó que Miralles tendría razones para apartarse de la causa, a raíz de su intervención.
General Cabrera: vecinos marchan este viernes para pedir Justicia por Jesús Buffarini
En las últimas horas, vecinos de General Cabrera lanzaron una convocatoria a marchar, con velas y carteles, para pedir Justicia por Jesús Buffarini. La movilización sería el viernes 26, a partir de las 19, en la plaza central de la localidad.
Jesús era jugador de fútbol regional, integraba el plantel de la Asociación Independiente Dolores de General Cabrera.
Era primo del jugador de fútbol Julio Buffarini, ex Talleres que actualmente está en Independiente, en Primera Nacional. “Justicia para Jesús Buffarini. Salió a divertirse y lo mataron unos salvajes”, reclamó por redes sociales.
Al ser entrevistado en el cementerio, Mario Buffarini, padre del joven muerto, reclamó que la Justicia investigue a todos los involucrados.
Dijo conocer al padre del único detenido: “Fue gran compañero de trabajo, el hijo se entregó ayer”.
Mencionó que la familia ya sufrió la muerte de un hijo, en el 2018.
Ezequiel, hermano mayor de Jesús, murió a los 24 años, en un siniestro vial por el que también debieron organizar marchas y protestas, para pedir Justicia.
Recordó que era padre de un bebé de diez días y él se iba a llorar solo, con la criatura en brazos, para que no lo viera Jesús y los demás integrantes de su familia. “No tengo fuerza, tengo bronca”, testimonió.
Jesús era padre de una criatura.
La conmoción se extiende por toda la región.
