Un violento hecho de inseguridad conmociona a los vecinos del barrio porteño de Palermo: un hombre entró a robar a una dietética y, antes de darse a la fuga, le arrojó un cuchillo a la cara a la empleada.
El robo ocurrió este sábado y quedó filmado por las cámaras de seguridad del local. Según informó Clarín, gracias al registro se confirmó que es la segunda vez que el sujeto, en situación de calle y con antecedentes, roba en el comercio.
Según se puede ver en las imágenes, el ladrón amenazó a la joven empleada con un cuchillo de cocina. “Sentate ahí, dale. Abrí la caja, dale; dame el efectivo”, le amedrentó a la empleada, quien le entregó el celular del local.
Acto seguido, el sujeto la tajeó con el cuchillo en el brazo. En ese momento, la joven comenzó a gritar y a pedir auxilio, lo que hizo que el ladrón retroceda y le grite “Callate, ortiva. Callate”.
Tras esto, el delincuente se dio a la fuga. Sin embargo, y con los pedidos de auxilio de la joven de joven, el sujeto se dio vuelta y le arrojó el cuchillo a la cara a la víctima. Afortunadamente, el objeto no la alcanzó.
Violento en Palermo: era la segunda vez que robaba en la dietética
Según lo informado por el mismo medio, el ladrón fue detenido a dos cuadras del local, horas después del hurto.
“Gracias a la cámara de seguridad del local, se pudo saber que la persona que robó el sábado fue la misma que robó en el local en febrero”, explicó la empleada, según recopiló el mismo medio. La vez anterior, contó, el mismo sujeto robó otro celular del negocio, también a cara destapada.
Horas luego del robo, personal de la Comisaría Vecinal 14C detuvo al ladrón de 38 años a dos cuadras del local. Tras esto, confirmaron que el hombre está en situación de calle y que tiene varios antecedentes penales, entre ellos por robo, tentativa de robo y resistencia a la autoridad.
“Si no pasaba un señor por la calle, quien escuchó los gritos de mi compañera la historia hubiera sido otra. El ladrón la había arrinconado y además del celular, le pedía el efectivo. Se asustó cuando mi compañera le gritó”, relató Dalma, la otra empleada del local.
