Un espeluznante caso conmociona a esa pequeña localidad santafesina de Pueblo Esther en momentos en que se desarrolla en Dolores el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa a manos de un grupo de rugbiers.
En esta ocasión un adolescente de 16 años terminó desfigurado a golpes y con fractura de maxilar al ser atacado en su propia casa. Carla, la madre del adolescente, contó este miércoles a Canal 3 de Rosario que en la madrugada del domingo pasado su hijo Salvador fue con unos amigos a la “Fiesta del Tanque” que se realiza en la plaza del pueblo.
Patoteada en Santa Fe: los hechos
El joven regresó a su casa solo ya que su hermano mayor, se quedó en la fiesta con su primo. Dicho joven derrama la bebida de otro participante de la fiesta y es ahi donde empieza el conflicto.
Acto seguido aparece una patota de entre 15 y 20 chicos y los empiezan a agredir a los jovenes.
Carla comentó que los agresores lo arrojan al piso a su hijo Darío, lo patean en las costillas, en la cabeza, le arrancan el expansor de la oreja y le quiebran un dedo.
“Unos amigos que pasan por el lugar, lo ayudan a levantarse, pero la patota lo vuelve a golpear”, señaló la mujer, destacando que la agresión se produce en medio del gentío que había en la plaza.
Darío finalmente logra escapar y llega a su casa, pero minutos después aparece una camioneta, con Miguel Acevedo al volante y su hijo Alexis, en una motocicleta negra y un acompañante, más toda la patota de agresores, contó Carla.
Siempre según su relato, posteriormente comenzaron a apedrear la vivienda, motivo por el cual sus dos hijos salen a la calle y ahí intentan golpear al mas chico.
“Cuando mi hijo se defiende, Miguel Acevedo lo agarra del cuello y lo sostiene para que su hijo Alexis lo golpee en forma salvaje” explicó atónita.
En ese sentido, añadió: “Alexis, toma un ladrillo y lo golpea en la cara causándole la pérdida de un diente y la fractura en dos partes del maxilar inferior izquierdo”.
La mujer contó que mientras los agresores seguían apedreando su casa, ella pedía auxilio a los vecinos, ya que “Salvador estaba mal, perdía y escupía mucha sangre y se desmayó tres veces porque se broncoaspiraba”.
Finalmente dijo que llegó la Policía y una ambulancia del Servicio Integrado de Emergencias Sanitaria (SIES) trasladó a su hijo hasta el Hospital del Pueblo.
La mujer señaló además que ahora su hijo será sometido a una intervención quirúrgica, y que no hay ningún detenido en relación al brutal episodio.
“Yo hace cuatro noches que no duermo, porque esta gente se metió en mi casa donde casi matan a ladrillazos a mi hijo. Salvador fue casi otro Fernando Báez Sosa”, finalizó Carla.
