Joaquín González (19) falleció el lunes por la madrugada en el Hospital San Roque de Córdoba Capital. El muchacho estaba en coma y conectado a un respirador.
El domingo a la madrugada, había recibido un feroz golpe en la cabeza por parte de otro joven a la salida de un baile en Alta Gracia. Creen que le pegó con un ladrillo.
Por el crimen de Joaquín, otro adolescente se entregó ante la Justicia y quedó preso.
Joel Natanael Heredia (18) fue imputado como supuesto autor de homicidio simple, por orden del fiscal Alejandro Peralta Otonello, quien ya lo mandó a la Cárcel de Bouwer.
Con el caso de Joaquín, ya suman al menos cinco los homicidios ocurridos en el marco de fiestas o juntadas de varones en lo que va de 2022 en la provincia de Córdoba. Sin contar, claro, los casos de peleas o venganzas en el marco de celebraciones que han terminado con heridos.
Secuencia de casos
- Puñaladas. El anterior crimen sucedió el pasado 3 de julio en Río Cuarto, donde un encuentro entre amigos, donde hubo mucho consumo de alcohol, terminó cuando un hombre mató a otro de varias puñaladas. La víctima fue Eduardo Quiroga, quien tenía 44 años.
- Balazos. Ese mismo 3 de julio, a la madrugada, un joven de 19 años fue asesinado de dos balazos en la cabeza en la puerta de un bar en San Francisco. El sospechoso del crimen se entregó horas después. La sospecha es que todo fue una venganza. La víctima fue Mateo Gallegos.
- Balazos. El 1° de mayo, un muchacho fue asesinado a balazos por la espalda en el marco de una violenta pelea entre dos bandos de jóvenes a la salida de una fiesta de cumpleaños que se realizaba en un domicilio de Río Cuarto. Juan Jorge Garro tenía 23 años. Hubo detenidos.
- Balazos. El pasado 24 de abril, un joven terminó muerto de varios disparos a manos de un policía de civil que le reclamaba por el robo de un celular a su propio hijo. Sucedió a la salida de una fiesta de jóvenes que llegaba a su fin en barrio Parque Las Rosas, en la zona oeste de la ciudad de Córdoba.
Fiesta y drama en la ciudad del Tajamar
Este último domingo, Joaquín había ido con su novia y unos amigos a un baile en un complejo de Alta Gracia.
En sus redes sociales, donde varios amigos y amigas lo despedían virtualmente, una amiga comentó: “Tan bien que lo pasaste anoche, te bailaste todo”, junto con un emoji de corazón roto.
En cada imagen se lo ve sonriendo, y, en muchas, con frases y camisetas de Boca.
Fuentes judiciales indicaron que, de acuerdo a la investigación, el agresor y la víctima no se habrían cruzado en el baile.
“No nos surge de ninguna manera en el sumario que, ambos hayan estado en el boliche, ni que hayan compartido, ni que hayan tenido algún incidente que motivara este hecho”, detallaron fuentes judiciales.
Camino trágico
“¿Se habrán venido caminando por la avenida Libertador?”, se preguntó un comerciante en la esquina donde ocurrió el asesinato de Joaquín.
Del baile donde asistieron hasta el lugar del homicidio hay aproximadamente dos kilómetros.
No es una zona de boliches, precisó el comerciante y agregó que no suele haber este tipo de violencias.
Según la investigación, Joaquín y sus amigos se encontraron con otro grupo de jóvenes que bebían alcohol en la esquina Víctor Hugo y Libertador.
Se conocían, ya que los testigos hablaban nombres y de apodos con los que se solían nombrar.
Pero, aún averiguan si hubo algún enfrentamiento en alguna otra ocasión.
El lugar del hecho es comercial y muy transitada durante los días laborales. Cuenta con cámaras de seguridad, aunque resta saber si lograron captar todo lo ocurrido.
En el sector no hay manchas de sangre y todo quedó vallado.
Fuentes judiciales indicaron que, el joven habría sido golpeado con un objeto contundente, podría haber sido un ladrillo o una piedra.
Aparentemente, habría había una discusión entre la víctima y el agresor frente al resto de sus amigos.
Tras la agresión, los amigos de Joaquín lo llevaron al Hospital Arturo Illia, ubicado a una cuadra y media de donde se encontraban. Allí, los médicos lo atendieron pero, dada su gravedad, se lo derivó al Hospital San Roque de Córdoba Capital.
Llegó con muerte cerebral.
El lunes por la madrugada, su corazón se detuvo.
Sospechoso cercado
“Al menos se conocían con el apodo o con el nombre. Se pueden haber visto en algún otro boliche o en el fútbol”, detallaron voceros judiciales.
Con los elementos recolectados por los investigadores, el fiscal ordenó la detención del sospechoso.
La Policía de la Departamental Santa María debió custodiar su vivienda, ya que algunas personas habían amenazado con quemarla.
Finalmente, Joel Natanael Heredia se entregó.
El fiscal lo imputó por homicidio simple, lo mandó a la cárcel y ordenó que se profundice la pesquisa.
