El Juzgado de Control y Faltas de Río Cuarto, a cargo del juez Diego Ortiz, resolvió mantener “activa y abierta” la investigación sobre la muerte de Nora Dalmasso, ocurrida en 2006. Esta decisión implica el rechazo al pedido de prescripción de la acción penal solicitado por la defensa del único imputado en la causa, Roberto Bárzola, un pulidor de pisos.
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El fallo del juez Ortiz considera que la causa debe continuar para que el Estado pueda cumplir con su deber de investigación y vehiculizar la averiguación de la verdad. La resolución también habilitó a la defensa y a la querella a proponer nuevas medidas de prueba que consideren pertinentes y útiles para avanzar en el proceso de averiguación de la verdad histórica sobre el presunto abuso sexual seguido de muerte.
La postura de la defensa: hacia la apelación
Tras conocerse la resolución judicial, el abogado Zacarías Ramírez Rigo, defensor de Roberto Bárzola, se encuentra analizando los fundamentos de la decisión. Ramírez Rigo ya adelantó al diario local Puntal que, en principio, apelará el rechazo a la prescripción.
La defensa buscaba que la causa no prosiguiera en ningún aspecto, ni siquiera en un juicio de la verdad que pudiera señalarlo como eventualmente culpable. La apelación, si se concreta, haría que la causa pase a la Cámara de Segunda Nominación de Río Cuarto para su resolución final.
La búsqueda de Justicia de la querella: condena penal
Por su parte, la querella que representa a la familia Macarrón, conformada por los doctores Mariángeles Mussolini y Gustavo Liebau, busca “el cese de la impunidad de dos delitos aberrantes”: abuso sexual seguido de muerte.
Si bien toman la decisión judicial de mantener la causa abierta como una “primera victoria”, aclaran que es solo el principio de un largo camino. La doctora Mussolini afirmó que no se conforman con la verdad histórica, sino que quieren una condena penal. El doctor Liebau ratificó que la familia busca el cese de la impunidad y que seguirán en búsqueda de una resolución de condena si Bárzola es culpable o de absolución si fuera inocente, pero insisten en una sanción penal si se determina su culpabilidad.
Los “juicios de la verdad” en el fundamento del fallo
El juez Ortiz fundamentó su decisión, en parte, en la necesidad de avanzar en los “juicios de la verdad” en relación con este caso. Según la resolución, estos juicios encuentran su origen en precedentes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que sostienen el derecho de las víctimas a conocer la verdad y el deber del Estado de investigar, incluso cuando no fuera posible aplicar una sanción penal.
El fallo señala expresamente que no corresponde, en esta instancia, declarar la prescripción de la acción penal porque esto implicaría el cierre definitivo de un proceso penal en el que aún no se ha alcanzado la total averiguación de la verdad real de lo sucedido. El proceso penal debe continuar vigente y abierto para que la investigación prosiga y las partes puedan incorporar todas las pruebas.
Finalmente, indicó que no surge que, en relación con Bárzola, se hayan configurado causales de suspensión o interrupción de las previstas por el Código Penal. A pesar de esto último, el rechazo de la prescripción en esta instancia se basa en la necesidad de continuar la investigación y la averiguación de la verdad real.
La causa Dalmasso, que conmovió a Río Cuarto y el resto del país hace 18 años, continúa así activa, con la defensa de Bárzola preparada para apelar y la querella firmemente decidida a lograr una condena penal.
