“Al lado de esto, lo de CBI es un poroto”. Con esta expresión, comenzó la charla un experto en finanzas y negocios que maneja la plaza Córdoba mejor que nadie. La comparación del desplome de la fintech Wenance SA con la fallida Cordubensis (CBI) se debe a la magnitud de operaciones y al jugoso monto de dinero que manejaba y que hoy está “en el aire”: 88 mil millones de pesos o un equivalente de hasta 180 millones de dólares.
“Esto es mucho más complejo que CBI o que Euromayor”, prosiguió el ejecutivo, que maneja también el paño judicial y las causas que llegaron a Tribunales.
En las últimas semanas, en Argentina y otros países, en Buenos Aires, Córdoba y otras provincias, se produjo la corrida de Wenance y sus comercializadoras, como lo que se encontraba hasta hace pocos días en Big Capital, el nombre de negocios de Arrayanes Capital SA.
Con sede en el 7° piso en la nueva torre de Capitalinas, sus oficinas se vaciaron y el personal dejó de atender al público. En paralelo, el único rastro que tuvieron los clientes o aquellos inversionistas que depositaron sus mejores valores fueron sendas cartas en las que se les comunicaba que se dejaban de pagar los intereses acordados y que el capital se reintegraba según un “reperfilamiento” en dos opciones, en pesos o en dólar MEP.
¿De dónde viene este gigante de dimensiones difíciles de abarcar en la mente? Su creador, Alejandro Muszak, es un argentino “muy inteligente” que inició sus operaciones en los años 1990, cuando comenzó a atender a particulares dándoles mini préstamos. Su “fintech” –financiera digital– atiende vía web a personas no bancarizadas, otorgándoles créditos de montos “bajos”, a la par que recibe a inversionistas que colocan sus fondos en fideicomisos.
Desde 2014, pegó el “salto” cuando creó Wenance. La firma este año ha tenido problemas, al parecer cuando “algo sucedió” durante el verano en el hemisferio norte. Los ceses de pagos se produjeron en España y Uruguay, lo mismo que en Argentina.
La Justicia Federal de Caba lo está investigando y un embargo de fondos de inversión de Países Bajos logró que un juez comercial porteño les paralizara 450 millones de pesos. La novedad cae pesada cuando los reclamos de inversionistas se suman por miles.
En las últimas semanas, los ahorristas de Córdoba se quejaron porque recibieron cartas en las que se les formulan propuestas de reperfilamiento del reintegro del capital, con el anuncio de que no están pagando los intereses mensuales que venían recibiendo.
Los hombres de negocios comentan que los ejecutivos de Wenance fueron autores de algunas operaciones reñidas con las buenas prácticas. Dieron préstamos y esos créditos los pusieron en fideicomisos que eran vendidos a distintos participantes. También les dieron un “retorno fijo”, algo que critican quienes defienden la ortodoxia.
Al ver que las oficinas de Big Capital quedaron vacías, algunos habitantes del edificio de Capitalinas comentaron que se habían llevado todo, hasta el mobiliario. “Ni las sillas dejaron, porque era lo único que tenía respaldo”, bromearon al conocerse las imágenes de la desolación.
No tan risueños, en algunos estudios jurídicos anticipan que van a ir “por todo y por todos”, en referencia a Muszak y los jerárquicos, pero también sobre otros integrantes de esta firmas –Big Capital, Crédito del Río y otras–. Aseguran que también cargarán contra los “comerciales” o asesores que vendieron los productos e hicieron ingresar al “negocio” a gente conocida. “Abusaron de la confianza, por la relación que tenían con los inversores”, se quejó un abogado.
Primeras respuestas
La Voz intentó comunicarse con el celular de quien está señalado como el responsable de esta sede local, pero no obtuvo respuesta.
Del mismo modo, contactó al responsable de comunicación de Wenance, Martín Baraldo. Desde Caba, el profesional informó que no había ningún comunicado por el momento y que no era vocero de la firma, sino un asesor externo.
Simplemente, se limitó a decir lo que los ahorristas ya conocen: que se informó que “a los inversionistas se les ofreció una reestructuración del capital” y mencionó las dos alternativas que se manejaron en la semana: para operaciones de hasta tres millones de pesos, pagar en 12 cuotas iguales, más otras dos en compensación por los intereses; o por montos superiores, congelar ese capital a valor dólar MEP (bolsa) y pagarlo a un año, con un ocho por ciento de interés.
“Big Capital no fue disuelta”
Más allá de esto, este diario consiguió un contacto informal con una persona con llegada directa a la parte ejecutiva de la firma, que envió un comunicado en el que expresa: “Queremos informar, a efectos de los rumores que circulan en medios de comunicación y redes sociales, que la empresa Arrayanes Capital SA (Big Capital) no fue disuelta como sociedad ni ha dejado de operar”.
Luego añade: “Si bien la empresa se encuentra en un proceso de reorganización atado a una reducción de personal, se hace especial hincapié en que seguirá brindando respuesta a cada uno de los clientes, tal como siempre se hizo”.
Respecto del proceso de “reperfilamiento” de las obligaciones, se anticipó el siguiente dato: “Más de 5.500 inversores han sido debidamente informados sobre las propuestas de reestructuración, y más del 80 por ciento de los mismos han manifestado su voluntad de aceptar las nuevas condiciones propuestas y se encuentran en proceso de aceptación contractual”.
Y concluye el comunicado: “Nuestro personal continúa contactando a inversores para ofrecerles nuevas condiciones en el marco de la reestructuración que venimos proponiendo para cumplir y honrar las obligaciones contraídas.”
En todo canje de deuda –como sucedió hace dos décadas con la deuda externa argentina–, el éxito de la operación depende de la cantidad de adhesiones. En este caso, si este canje tiene alto porcentaje de adhesión de los inversionistas, se habrá asegurado buena parte de la supervivencia de la firma.
Un último dato que puede servir para ponderar la situación: el total de “damnificados” es de 9.500 a 10 mil inversionistas. Sin ser categóricos, algunos voceros se atrevieron a arriesgar que la cifra de adhesiones podría estar cerca de los cinco mil.
