Cerca del 10% de la población padece algún trastorno de tiroides, siendo el más común el aumento del tamaño de la glándula, señalaron hoy fuentes médicas.
La especialista Laura Maffei precisó en un informe elaborado con motivo de conmemorarse el viernes el día Mundial de la Tiroides, que "se estima que hay unos 700 millones de personas en el mundo con trastornos de tiroides".
Maffei indicó que "en los últimos años, el diagnóstico de enfermedades asociadas a la tiroides es un tema recurrente en la consulta médica", y precisó que "tiene una variedad de síntomas".
La tiroides es una glándula con forma de mariposa ubicada en el cuello, productora de hormonas que influyen en casi todas las células, tejidos y órganos del cuerpo.
La tiroides regula el metabolismo del cuerpo y afecta a funciones críticas como el nivel de energía y el ritmo cardíaco, por lo que si su actividad aumenta o disminuye, puede repercutir en un desequilibro del organismo.
Los dos trastornos hormonales más conocidos derivados del mal funcionamiento de la glándula tiroidea son el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.
Maffei explicó que "el hipotiroidismo es una disminución en la producción de hormonas tiroideas que puede ser o no congénita".
Indicó que, "según donde se origina el trastorno, se pueden clasificar en hipotiroidismos primarios, por falla en la glándula tiroides, y secundarios o terciarios por falla a nivel hipofisiario o hipotalámico, respectivamente".
Destacó que "sus síntomas e inicio son inespecíficos: pueden tomarse como referencia el cansancio, aumento de peso, estreñimiento, intolerancia al frío, caída de cabello, pérdida de embarazo en el primer trimestre o alteraciones menstruales".
Por su parte, Maffei señaló que "el hipertiroidismo es provocado por un exceso de la función de la glándula tiroidea, lo que hace que segregue por demás hormonas tiroideas".
Añadió que "ese exceso de hormona tiroidea lleva a que el organismo sufra diversos trastornos como pérdida de peso, nerviosismo, taquicardia, dolores intestinales, náuseas, intolerancia al calor, pelo fino y quebradizo, insomnio y ansiedad".
El tratamiento de los trastornos de tiroides dependerá de la causa y de la gravedad de los síntomas y puede abarcar desde el uso de medicamentos antitiroideos al yodo radiactivo, que tiene la capacidad de destruir la tiroides y detener la producción excesiva de hormonas, aunque se puede llegar a la cirugía para extirparlas en casos de necesidad.