–¿Cuál es el principal motivo de consulta por trastornos tiroideos?
–A veces, las pacientes –hablo en femenino porque la mayoría son mujeres– llegan a los consultorios por algunos mitos. Por ejemplo, creen que el sobrepeso y la obesidad son debido a hipotiroidismo. Cuando vienen solas, no derivadas, lo hacen porque tienen un aumento de peso o cuando hay un antecedente familiar. Si no, frecuentemente vienen derivadas por el ginecólogo, el clínico o el cardiólogo, por colesterol alto.
–¿Un pico de estrés o un estrés traumático puede causar un trastorno tiroideo?
–Cuando uno tiene una base inmunológica afectada, frente a un estrés se puede desencadenar cualquier patología autoinmune. Pero es más frecuente que se desencadene un hipertiroidismo, porque frente a un estrés se estimula la liberación de hormona tiroidea. Lo vemos muy frecuentemente, por ejemplo en personas que se quedan sin trabajo, que se separan o que han perdido un familiar.
– ¿Cómo se puede presentar un hipotiroidismo?
–Si es por autoinmunidad, se manifestará lentamente y la primera forma de encontrarlo es el hipotiroidismo subclínico. En algunas mujeres jóvenes se observan alteraciones menstruales, dificultad para embarazarse, abortos tempranos. El hipotiroidismo subclínico se da cuando la TSH, que es el valor de la hormona hipofisiaria, que es la que estimula a la tiroides, está entre 4 y 10.
–¿Cuál es el valor normal?
–La TSH tendría que estar entre 0,50 y 3,5. Pero si el paciente tiene entre 4 y 10 se habla de hipotiroidismo subclínico, es decir, no es manifiesto. Se hace manifiesto cuando el paciente tiene frío, decaimiento, piel seca, caída del cabello, constipación, lentitud en la elaboración de un pensamiento (un ejemplo es la resolución de una ecuación). Los hipotiroideos a veces pierden mucho la memoria. Cuando no están tratados se los reconoce por la cara abotagada, los ojos hinchados, porque tienen mucho sueño y frío. Esas son manifestaciones clínicas muy importantes y hace algunos años se veían más. Ahora se encuentran mucho los hipotiroidismos subclínicos.
–¿Se puede vivir muchos años sin saber que se tiene hipotiroidismo?
–Sí, porque el cuerpo se va adaptando a tener menos energía. La hormona tiroidea es la que provee la energía, la pila del cuerpo. Se puede vivir con hipotiroidismo porque se pierde la energía, pero muy lentamente. Pero seguramente ante una consulta, el médico puede detectar bocio, pulso bajo, colesterol alto o anemia. También se puede pedir análisis ante una alteración menstrual.
–¿Por qué no se mide en los análisis de sangre de rutina?
–No hay consenso sobre pedirlo en forma generalizada. A los recién nacidos se les hace la extracción de sangre del talón y se les mide hormona tiroidea, porque hay que descartar tempranamente un hipotiroidismo neonatal, que produce retraso mental. Pero hacerlo a toda la población no tiene sentido, hay que elegir al paciente dentro de su contexto clínico, su herencia. Un pediatra puede advertir que un niño no crece lo suficiente o que un adolescente no tiene un buen desarrollo puberal o que la adolescente tiene dificultades en su menstruación. En los adultos, el colesterol y la hormona tiroidea van de la mano.
–Tanto en híper como en hipotiroidismo, ¿qué pasa si no se toma la pastilla diaria?
–El paciente tiene que saber que es una enfermedad crónica y al serlo tiene que tomar la pastilla todos los días, es como la mujer que toma anticonceptivos, que no debe olvidarse nunca. Si no se toma uno o dos días, quizá no pasa nada, pero hay mucha gente que por ejemplo viaja o tiene un problema y no toma la pastilla por una semana. Ahí habrá alteraciones. Entonces, hay que esperar un mes, un mes y medio, y volver a medir la hormona.
7 preguntas sobre la tiroides
Mónica López de Corominas, presidenta de la Sociedad de Endocrinología de Córdoba.
30 de mayo de 2012,
