Hace exactamente cinco años, el clásico emoji del mate se sumó oficialmente a la lista de símbolos que las personas usan a diario para comunicarse.
Lo que pocos recuerdan es que este ícono no nació de la nada. Fue el resultado de una campaña colectiva que arrancó en Argentina y terminó en las manos de Unicode, el consorcio internacional que regula los emojis.
La iniciativa surgió en 2015, cuando el consumo digital ya era parte del día a día y las redes sociales empezaban a marcar agenda. La idea de sumar el mate a ese nuevo lenguaje visual se materializó en una propuesta formal, con eventos, recolección de firmas online y un objetivo claro: que el emoji del mate fuera reconocido a nivel mundial.
Un símbolo que cruzó fronteras
En 2019, la campaña liderada por CBSé, una marca argentina de yerba mate, logró su objetivo y el emoji fue aprobado por Unicode. Desde entonces, el mate no solo forma parte de las charlas entre argentinos, también es usado en países donde la infusión gana popularidad como ritual saludable, forma de descanso o símbolo de comunidad.
“El emoji del mate expresa un momento, una emoción y una forma de compartir”, explican desde el equipo que impulsó la propuesta. Y en tiempos donde los íconos digitales dicen tanto como las palabras, ese pequeño símbolo resume toda una cultura.
Mucho más que una bebida: comunidad, identidad y pausa
Lo interesante del fenómeno es que, aunque representa una tradición muy arraigada en el Río de la Plata, el emoji del mate se volvió global. Hoy aparece en conversaciones sobre bienestar, hábitos saludables, relax o introspección.
El mate dejó de ser solo argentino. En su versión digital, transmite una idea de calidez y cercanía que muchas personas, aunque nunca lo hayan probado, reconocen y comparten.
Un Día Mundial del Mate
Inspirados por el éxito del emoji, la comunidad matera ahora va por más: lograr que el mate tenga su Día Mundial oficial, más allá del que ya se celebra en Argentina cada 30 de noviembre.
La propuesta ya fue lanzada en plataformas de firmas digitales y busca que esta bebida ancestral tenga el reconocimiento que merece en el calendario global.