La inteligencia artificial está desafiando paradigmas en la salud mental. Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Ohio, publicado en Plos Mental Health, reveló que las respuestas de ChatGPT fueron calificadas como más empáticas y satisfactorias en comparación con las de psicoterapeutas humanos.
El experimento involucró a más de 800 participantes, quienes analizaron 18 viñetas de terapia de pareja sin saber si las respuestas habían sido escritas por un profesional o por ChatGPT. Sorprendentemente, la mayoría de los encuestados no pudo diferenciar entre ambas, e incluso prefirieron las respuestas generadas por IA en términos de claridad y conexión emocional.
El papel de la IA en la psicoterapia: ¿amenaza u oportunidad?
El estudio confirma una predicción de Alan Turing: la dificultad de los humanos para distinguir entre respuestas generadas por una máquina y por otra persona. Pero más allá de la capacidad de imitación, los investigadores identificaron patrones clave que podrían explicar por qué ChatGPT es percibido como más empático:
- Sus respuestas suelen ser más largas y detalladas.
- Utiliza más sustantivos y adjetivos para contextualizar.
- Explica situaciones con mayor profundidad, lo que podría generar una sensación de mayor comprensión.
Este hallazgo plantea interrogantes sobre el futuro de la psicoterapia y el rol de la inteligencia artificial en la atención de la salud mental.
¿Podría la IA reemplazar a los terapeutas?
Si bien la investigación sugiere que ChatGPT tiene potencial para complementar la terapia, los expertos advierten que la inteligencia artificial no puede sustituir el juicio clínico de un terapeuta humano. Sin embargo, los autores del estudio destacan que la IA podría utilizarse para mejorar el acceso a la salud mental y apoyar a profesionales en su labor.
“Desde la invención de Eliza hace casi 60 años, se ha debatido si la IA puede desempeñar el papel de un terapeuta. Aunque todavía quedan muchas preguntas abiertas, nuestros hallazgos indican que la respuesta puede ser ‘sí’”, señalaron los investigadores.
Ética y desafíos: ¿qué sigue en la integración de la IA en terapia?
El uso de inteligencia artificial en salud mental plantea desafíos éticos y regulatorios. Los autores del estudio instan a los profesionales de la salud a involucrarse en el desarrollo y supervisión de modelos de IA, para garantizar su uso responsable y seguro.
A medida que la IA avanza en su capacidad para comprender y generar lenguaje humano, es probable que su integración en entornos terapéuticos se acelere. La gran pregunta es: ¿cómo se regulará su uso y qué impacto tendrá en el bienestar de los pacientes?
El debate está abierto, y la revolución de la salud mental impulsada por la inteligencia artificial parece estar solo comenzando.