El libro fue citado varias veces este año, sobre todo porque varios analistas encontraron valioso uno de sus conceptos, el de “hipnocracia”, sobre los nuevos métodos de manipulación empleados en la sociedad actual. Pero ahora se conoció que el autor, un tal Jianwei Xun, no existe. Y que el “libro del año” fue creado con inteligencia artificial.
El ovillo comenzó a desarmarse cuando una periodista italiana, Sabina Minardi, editora de l’Espresso, intentó entrevistar a Jianwei Xun, autor de Hipnocracia: Trump, Musk y la nueva arquitectura de la realidad.
Pero nunca lo encontró. Al profundizar en su búsqueda, descubrió que esa obra fue en realidad el fruto de las conversaciones entre el editor y profesor Andrea Colamedici (que firma el libro como traductor) y dos plataformas de inteligencia artificial.
El libro ya había tenido alta repercusión entre intelectules y analistas, como la investigadora en el Instituto de Estudios Europeos y Derechos Humanos Cecilia Danesi y, también, entre periodistas argentinos, como Jorge Fontevecchia y Marcelo Longobardi.
Algunos especialistas, incluso, como notó el periodista Jorge Carrión, llegaron a calificar el libro como “el nuevo Vigilar y castigar”, aludiendo al clásico de Michel Foucalut.
Marco legal
El italiano Colamedici llegó a inventar toda una biografía para el falso autor Jianwei Xun. Así lo presentó: “Es un filósofo y teórico de los medios que trabaja en la intersección de la teoría crítica, los estudios digitales y la filosofía de la mente. Su trabajo se centra en el impacto de las tecnologías digitales en la conciencia colectiva y la formación de la subjetividad contemporánea. Hipnocracia es su primer libro traducido al italiano”.
Cuando se descubrió que esta persona no existía, el sitio de la editorial que publicó el ibro, añadió a la descripción esta información: “Surgió a finales de 2024 como una entidad filosófica distribuida nacida de la interacción colaborativa entre la inteligencia humana y los sistemas de inteligencia artificial”.
Más allá de los debates en torno a cuán válido es el proceso de cración del libro, sobre el uso de un seudónimo, sobre cómo se resignifica la idea de “diálogo filosófico” con la irrupción de la inteligencia artificial, hay otro dilema, y es el legal.
Según recuerda el diario español El País, el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, que fue aprobado por el Parlamento Europeo en 2024, considera “infracción grave” no cumplir con el etiquetado de textos, videos o audios generados con IA.