La llegada de la nueva camioneta de Volkswagen se convirtió en una de las más esperadas y a la vez polémicas de 2024. Sucede que sobre la base de la primera generación (2010) la marca tuvo que ingeniárselas para darle un nuevo aire (el segundo en su larga trayectoria) y tratar de sumar equipamiento y seguridad a partir de una de las plataformas más longevas del mercado. Clasificados La Voz estuvo conduciendo por Córdoba a la versión más costosa y equipada de la camioneta que se produce en Pacheco (Buenos Aires) y que el mes pasado fue la segunda más vendida –se ubicó primera la Toyota Hilux- del segmento.
Más moderna, menos robusta
La estrategia de la marca fue alinear a la nueva Amarok con la estética de los últimos modelos de Volkswagen. Este recurso se plasmó con mucho énfasis en el frontal de la camioneta, donde el parentesco con el utilitario deportivo (SUV) Taos, pero principalmente con la camioneta chica de la marca (VW Saveiro) es muy notorio. Con respecto a su antecesora, esta flamante Amarok estrena capot, paragolpes más prominentes, ópticas y parrilla, la cual cuenta con la firma lumínica que la atraviesa y la hace fácilmente identificable como un VW. ¿El resultado final? Una trompa más lanzada que sobresale bastante y perdió robustez, pero ganó modernidad.
La misma de siempre
La versión que probamos fue la denominada Extreme Hero, aquella de concepción más recreativa y no tanto de vehículo de carga. Uno de sus principales rasgos son sus enormes llantas de 20”, que estrenan diseño, con neumáticos de perfil bajo.
Después, cuenta con la ya conocida barra San Antonio, que le da un toque deportivo; en esta versión es negra y hace juego con las manijas de las puertas y carcasas de espejos. El resto de la carrocería es la misma que la de su antecesora.
Lo bueno, viejo conocido
Puertas adentro es donde quizás se perciben menos cambios. Las principales novedades se concentraron en la plancha de instrumentos, donde ahora todas las Amarok (se ofrecen 10 versiones) vienen de serie con la pantalla Composition Touch, de 9”. La multimedia cuenta con Apple CarPlay y Android Auto, con un funcionamiento rápido; le recriminamos la ausencia de botones físicos, por lo que no resulta práctico interactuar con las funciones básicas. También es oportuno remarcar que la versión de prueba estrena tapizados.
Después, todo se reitera, lo cual en este caso no es malo. La Amarok siempre estuvo valuada como una de las “chatas” más confortables del segmento, de modo que implica que nos volvimos a encontrar con una de las mejores posiciones de manejo del segmento. El espacio en la cabina sigue siendo muy confortable, con un habitáculo ancho y buena capacidad para acomodar a cinco adultos. Las cuatro tomas de 12 voltios (tres en las plazas delanteras y una en la caja de carga) y tres puertos USB (uno del Tipo A adelante y dos Tipo C atrás) también son recursos dignos de destacar.
Alerta sin intervención
Añadirle elementos de seguridad, como los ya usuales Asistentes a la Conducción (Adas, hoy presentes en la mayoría de autos de gama media) a la Amarok de primera generación fue el gran impedimento con el que se encontró VW. ¿La solución? El “Safer Tag”, un pequeño reloj redondo que se posa sobre la consola central: alerta de manera sonora (resulta molesto) y con señales luminosas cada vez que detecta otros vehículos cercanos y cuando se cruza de carril sin activar el guiño. También interpreta señales de tránsito que informan las velocidades máximas, aunque en varias ocasiones la lectura no fue acertada.
El dato a tener en cuenta es que no es un sistema activo que interviene en la dirección o el freno, sólo se limita a dar avisos.
Potencia y consumo
Al tratarse de un rediseño, no había que esperar cambios en suspensiones ni mucho menos en motores y cajas, de modo que, como viene sucediendo, las versiones turbo diésel V6 (258 CV) se combinan con la caja automática ZF de ocho velocidades con convertidor de par: una dupla explosiva, que puede empujar a esta camioneta de más de dos toneladas y media de 0 a 100 km/h en menos de 8 segundos. Además de la potencia y la rapidez de la caja, también colabora el sistema de tracción permanente en las cuatro ruedas (4Motion) que reparte el torque y evita derrapes. La caja automática le permite viajar a 100 km/h en octava marcha en apenas 1.700 vueltas y consumiendo 7,4 litros/100 km. A 130 km asciende a 9,5 litros, mientras que en ciudad el gasto se dispara a casi 13 litros/100 km.
A bordo
La versión que probamos es de toda la gama con motor V6, la menos orientada para el off-road, principalmente por sus neumáticos de perfil bajo. Al margen de eso, incursionamos por caminos serranos, en los cuales hay que ser cautos para no dañar los cauchos. En esas superficies, el andar se torna duro y el sector trasero un poco “saltarín”, lo que le quita el confort de marcha que se destaca en asfalto. Al margen de eso, la Amarok se mantiene en la cima de las pick-ups más confortables y eficientes, sobre todo esta variante con el motor V6 y el sistema 4Motion.
Precio: desde $ 40.165.700 hasta $ 72.277.800
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