¿Submarinos nazis en la Patagonia? Esa es la pregunta que se han realizado múltiples investigadores desde hace varias décadas.
El mito de los submarinos nazis que escaparon a Sudamérica tras la Segunda Guerra Mundial resurge con fuerza. Abel Basti, conocido por su hipótesis de que Adolf Hitler vivió en el sur del continente, halló una serie de botes en Camarones, Chubut, que podrían estar vinculados a desembarcos clandestinos de U-Boots alemanes después de 1945, auqnue hay quienes cuestionan la teoría, incluso el hallazgo. Cerca de Necochea, en Buenos Aires, fue encontrado un submarino (acá se puede ver el video).
Un fragmento de la nave podría revelar su pasado nazi. Pero ahora aparecen otras embarcaciones.
El hallazgo de posibles botes nazis en la Patagonia
Basti encontró dos pares de embarcaciones de metal en la costa patagónica. Tras el primer hallazgo, un residente local le informó sobre la existencia de otros dos botes cercanos, separados por unos seis kilómetros en bahías que estaban deshabitadas después de 1945. Actualmente, estas áreas pertenecen al magnate Douglas Tompkins y están protegidas, impidiendo el traslado de las embarcaciones.
Basti halló primero dos de los botes de metal y luego un poblador le avisó que había dos más a una corta distancia. “Entre los dos desembarcos hay una separación de unos seis kilómetros. Fue en dos bahías que en esa época, después de 1945, estaban deshabitadas”, sostiene Basti.
La hipótesis de la evacuación nazi
Basti sugiere que estos hallazgos son parte de un plan de evacuación masiva del Tercer Reich hacia Argentina. Menciona documentos desclasificados soviéticos que respaldan la idea de viajes de escape al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
“Pude ver documentos desclasificados soviéticos que hablaban de estos viajes de escape al finalizar la Segunda Guerra Mundial”, revela Basti.
Relatos y testimonios sobre nazis
- Relatos locales: En Camarones, existen relatos y rastros sobre la posible presencia nazi. Un ciudadano danés, que se sospecha ocultaba su origen alemán, y camiones que transportaban combustible desde la empresa Astra hacia la playa por la noche, sugieren el posible reabastecimiento de submarinos alemanes.
“Hay relatos de un ciudadano danés que creo que en realidad escondió su origen alemán. Claro, acá pocos entendían el idioma - cuenta Basti-. Además, de noche se veían camiones que iban con unos tanques de nafta de la empresa Astra hasta la playa. Seguro el destino era llevar energía a los submarinos que se escondían bajo el mar a pocos kilómetros de las costa patagónica”, publica Infobae.
En sus cuentas de redes sociales Basti publica imágenes de los botes.
Pero hay quienes cuestionan el hallazgo y le indican: “Eso no son botes, son pontones de puentes del Ejército Argentino, Arriba de eso se armaba el puente flotante; ahora se utilizan algo similar pero de goma y son inflables”. “Esos son botes de algún batallón de ingenieros del Ejército Argentino se llaman botes Pontones y eran utilizados para puentes o para transbordo en ríos y desembarco de transporte pesado”, agrega otro usuario de TikTok.
Los botes de camarones
Respecto a los botes, Basti sostitiene: “Todo indica que cada par de embarcaciones son de un submarino alemán que llegó a estas costas luego de finalizar la Segunda Guerra Mundial - sostiene-. Ahora viene la etapa de analizar de qué tipo de material metálico están hechos. Se nota que se usaban para trasladar los materiales desde la costa hacia las naves”. Basti, además, acerca unos planos de los U-Boots, el modelo clásico de submarino alemán, en los que se ve los espacios en los que se almacenaban unos botes similares a los hallados en las playas de Camarones. “Además, las dos embarcaciones tienen la opción de unirse y crear una sola desde la zona de la popa”, explica el escritor, que viajó hasta la Patagonia para ver de cerca los objetos. “Tienen mucha profundidad cada bote y son de una chapa fina. Creo que el objetivo era hacerlos livianos para poder guardarlos en el submarino”, sostiene.
- Testimonios de pobladores: Juan Trucco, residente de la estancia Santa Elena al norte de Camarones, relató haber visto gente uniformada con aparatos de radio en botes en la bahía, poco después del fin de la guerra. Juan Enrique Lacoste, de la estancia La Primitiva, también recordó estos botes y a hombres de uniforme que, al desembarcar, hacían ejercicios y respiraban profundamente, como si hubieran estado encerrados por mucho tiempo.
Trucco, contó: “En el invierno de 1945 estaba en la estancia, vivía allí. Unas semanas después de que terminara la guerra, una mañana, vimos gente en botes que andaban por la bahía. Estaban uniformados y llevaban aparatos de radio. Era muy raro y a nosotros, que éramos chicos, nos asustó un poco”.
Los botes encontrados
Basti está analizando el material de los botes para confirmar su origen alemán y su función en el traslado de materiales desde la costa hacia los submarinos. Los botes, aparentemente diseñados para ser livianos y almacenados en submarinos, tienen la opción de unirse para formar una sola embarcación. Aunque fueron utilizados por pobladores locales para la extracción de algas en la década de 1950, se nota que no son embarcaciones de pesca comunes.
- Otros testimonios: Clemente Monchot, un excomisario de Chubut, afirmó que se realizaban abastecimientos de submarinos desde Punta Rojas, coordinados por Christian Poppe, un alemán con estancias en la zona. Enrique Lucero, de Camarones, también recordó haber visto luces de submarinos llegando a Caleta Carolina, donde se realizaban tareas de reabastecimiento desde 1944. Juan Cancelas, otro residente, contó haber visto el casco de un submarino hundido cerca de Camarones en 1947.
El investigador cree que al menos 10 submarinos llegaron hasta la costa de Argentina. “Todos se fueron espaciando desde Mar del Plata hacia el sur”, explica Basti su hipótesis. El escritor va un poco más allá y habla de la presencia de Adolf Hitler en una de esas embarcaciones que llegaron hasta el sur de América. Su idea fue que luego de encontrar lugares seguros en el continente los submarinos eran implosionados. “Fue lo que sucedió con el U-Boots que hallé frente a las costas de Quequén”, sostiene Basti.
