La irrupción de plataformas como Temu revolucionó el comercio digital con precios bajos y promociones llamativas que prometían una experiencia de “comprar como millonario gastando poco”. Sin embargo, esas ofertas también jugaron malas pasadas a más de un comprador.
Suus, una creadora de contenido, publicó en TikTok la reacción de su madre al recibir un paquete mucho más pequeño de lo previsto. En lugar de la batería de cocina que había encargado, encontró una ilustración con cuatro ollas, un cazo y una sartén diseñada solo para colgar como adorno en una pared.
“Reír para no llorar”, comentó la usuaria, resumiendo la mezcla de frustración y humor que compartieron miles de usuarios.
El caso no fue aislado: en redes abundaron relatos de compradores que recibieron stickers en lugar de termos, pinzas de Barbie en vez de las de ropa estándar, o calcomanías que sustituyeron cascos. Estas experiencias, que muchas veces terminaban en anécdotas graciosas, recordaron la importancia de desconfiar de precios demasiado bajos, leer bien las descripciones y mantener las expectativas ajustadas.
Especialistas en consumo recomendaron verificar reseñas y fotos de otros compradores, controlar talles y medidas, confirmar plazos de envío y revisar la política de devoluciones. También sugirieron comenzar con pedidos pequeños, pagar por medios seguros y guardar siempre los comprobantes de compra junto con capturas de la oferta original para tener respaldo ante cualquier reclamo.
Entidades de defensa al consumidor remarcaron que, aunque estas plataformas ofrecían precios muy bajos, los usuarios tenían derecho a solicitar devoluciones o reembolsos cuando el producto recibido no coincidía con lo ofertado.