Un niño de apenas tres años y medio captó la atención mundial gracias a su habilidad innata para la pintura. Su nombre es Andria, vive en Tbilisi, Georgia, y se volvió viral por sus cuadros que recrean escenas naturales con una precisión sorprendente para su edad. Lo más llamativo: no utiliza referencias visuales.
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Su historia se conoció a través del medio SWNS News, que relató cómo el pequeño, luego de unas vacaciones en la playa, volvió a su casa y pintó de memoria una escena costera. La imagen incluía el océano, arena y palmeras, y llamó la atención por el nivel de detalle.
Andria nunca recibió clases de arte. Su madre, Mariam Jakhaia, quien trabaja como psicóloga clínica, explicó que todo surgió de forma espontánea. “Desde que tenía siete meses empezó a jugar con pintura usando las manos. A los doce meses ya sostenía crayones y pinceles”, contó.
Uno de los primeros dibujos que marcó un antes y un después fue el de un búho, inspirado en el libro infantil El Grúfalo. “Ahí ya no solo jugaba: empezó a crear imágenes con intención”, relató Mariam.
Los paisajes verdes, el mar y los colores del verano son los temas que más se repiten en sus obras. Esta conexión con la naturaleza parece ser una fuente constante de inspiración. Según su familia, los cuadros surgen a partir de experiencias que vive: pinta lo que recuerda.
Hasta ahora, Andria realizó 14 pinturas sobre lienzo, todas en su casa y con materiales que sus padres compraron a pesar de las limitaciones económicas. “Somos una familia de bajos ingresos, pero priorizamos comprarle libros y materiales de arte”, explicó su madre al medio británico.
El talento del pequeño también fue posible gracias al compromiso de su entorno, que apostó desde el inicio a fomentar su creatividad. Sin formación académica y sin modelos a seguir más allá de sus propias vivencias, Andria se convirtió en una promesa artística que, pese a su corta edad, ya emociona a quienes conocen su historia.
El futuro de este pequeño artista todavía es una incógnita, pero sus primeros pasos dejaron en claro que lo suyo no es casualidad. Y mientras tanto, sigue pintando escenas que nacen de su memoria y de su mirada única sobre el mundo.