Un joven de 27 años fue asesinado a puñaladas en su departamento del barrio porteño de Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, y por el presunto crimen están detenidas su pareja y su abuela.
El episodio ocurrió en la noche de este lunes, en un edificio ubicado sobre la calle Cramer al 1.926, cuando los vecinos escucharon gritos en el interior del departamento y llamaron al 911 por un posible caso de violencia de género.
Cuando los efectivos de la Policía de la Ciudad llegaron al departamento fueron recibidos por dos mujeres de la comunidad gitana. Una vez que ingresaron se encontraron con un cuerpo tirado en el piso del balcón, con el torso desnudo y heridas en el pecho.
Los policías solicitaron una ambulancia al Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) que llegó unos minutos después. Los médicos constataron que el joven de 27 años estaba muerto.
Qué dijeron la novia y la abuela del joven asesinado
En paralelo, las mujeres que estaban en la casa se presentaron como la abuela y la pareja de la víctima, y relataron que el joven se había quitado la vida con un cuchillo.
Ante las inconsistencias en el relato, los agentes observaron que los rastros de sangre iban desde una de las habitaciones hasta el balcón, pasando por el pasillo y el living. En este último espacio de la casa estaba tirado en el suelo el cuchillo.
Minutos después llegó al edificio un hombre de 38 años, quien se presentó ante la policía como el tío de la víctima y aseguró que instantes antes del crimen había recibido una videollamada del joven.
“Mirá lo que me hizo”, fueron las palabras que utilizó la víctima para reflejar lo que había sufrido, mientras le mostraba las heridas en el pecho. Según el relato del tío, el joven estaba bañado en sangre.
El juez Hugo Decaria, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 20, dispuso la detención de las mujeres de 73 y 29 años. El magistrado también le tomó declaración al tío y ordenó obtener testimonios de los vecinos.
En el lugar se secuestró un cuchillo Tramontina con mango plástico de color negro que contenía rastros de sangre. Fuentes policiales confirmaron que todo ocurrió dentro del departamento de la familia de la comunidad gitana.
Unas horas después del crimen, se descubrió que la pareja de la víctima tenía pedido de detención activa desde el 6 de julio por parte del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 8, por delitos contra la propiedad.
El portero del edificio lindero contó cómo se enteró del ataque: “Se escucharon gritos como a las 11 de la noche y a los 5 minutos me llamó la propietaria del sexto piso avisándome que llamara al 911 porque en el edificio de al lado se estaba peleando y había gritos desesperantes de una mujer”.
“Ahí llamamos al 911, llegó la policía y se encontró con la escena. Se veía la pelea porque tenían la ventana abierta, pero desde donde estaba yo no alcanzaba a ver la discusión”, explicó.
Por último, afirmó que conocía a los involucrados del barrio: “Es una familia gitana que está hace bastante en el barrio, hace dos o tres años que veo a la pareja que sale a pasear”.
