La vida de Jamie Heavens, un obrero de la construcción de Bournemouth, Inglaterra, dio un giro inesperado el 10 de junio de 2018. Un boleto de lotería que adquirió casi por casualidad terminó convirtiéndolo en millonario, transformando su futuro y el de su familia para siempre.
Ese día, Jamie y su tío se dirigían al trabajo cuando la camioneta en la que viajaban se quedó sin combustible. Al detenerse en una estación de servicio para cargar nafta, la tarjeta con la que intentaron pagar no fue aceptada. Este contratiempo los llevó a buscar otra gasolinera, donde finalmente pudieron completar la operación.
Mientras su tío llenaba el tanque, Jamie decidió entrar a la tienda para comprar una bebida. En ese momento ocurrió un detalle que marcaría su destino. “Había tomado el sabor equivocado de la bebida, así que regresé para cambiarla. Esto me hizo perder mi lugar en la fila y el chico detrás de mí compró el billete de lotería que yo quería. No me quedó otra que elegir otro boleto diferente”, recordó.
Ese cambio aparentemente trivial resultó ser crucial. Al raspar el boleto, descubrió que había ganado un millón de libras esterlinas, aproximadamente 1,3 millones de dólares. “No lo creí al principio. Raspé los números y decía claramente que había ganado un millón. Fue uno de los momentos más asombrosos de mi vida”, comentó a la BBC.
Sin embargo, no pudo confirmar su premio de inmediato, ya que la empresa de lotería no comenzaba a atender llamadas hasta las 9 de la mañana. Para verificarlo, tuvo que buscar señal telefónica en su lugar de trabajo y subir al techo de un edificio en construcción. Desde allí recibió la confirmación: “Ganaste, sos millonario”.
Cómo transformó su vida
Lejos de derrochar su fortuna, Jamie optó por decisiones financieras sensatas. Compró propiedades sin hipotecas, lo que aseguró una estabilidad económica para él y su familia. Además, adquirió un auto para mejorar la movilidad y financió la boda que soñaba con su esposa, Danielle Heavens.
“Compramos un par de propiedades y no tenemos hipotecas sobre ellas. Esto nos da una gran estabilidad financiera. El dinero hace que te sientas más cómodo, pero no debería cambiar cómo vivís tu vida”, explicó al diario The Sun.
Jamie decidió no abandonar por completo su rutina laboral. Actualmente, dirige su propio negocio y percibe un salario regular, mientras que su esposa trabaja dos días a la semana. Ambos aseguran que quieren transmitirle a su hija la importancia del esfuerzo y los valores.
“La gente piensa que estoy cubierto de dinero y que puedo comprar lo que quiera, pero la realidad es diferente. Este dinero es una herramienta que hay que administrar bien para que dure”, reflexionó, cinco años después de su inesperada fortuna.