Una de las últimas ediciones de Ahora Caigo dejó a todos con la boca abierta cuando apareció Ariel, un pibe de apenas 25 años, barbero de profesión, que llegó al estudio acompañado por su esposa, Sol.
La escena ya arrancó llamando la atención del propio Darío Barassi, siempre listo para detectar una buena historia en medio del juego. Esta vez, no falló: detrás de la pareja había un recorrido personal tan inesperado que terminó convirtiéndose en el gran momento de la noche.
Mientras la cámara mostraba a Sol desde la tribuna, Ariel comentó con total naturalidad: “Llevamos dos años y medio de casados”. La frase sorprendió al conductor, que enseguida quiso saber cómo había empezado ese vínculo. Lo que parecía una charla más se transformó en una anécdota que mezclaba vocación religiosa, mochila al hombro y amor a primera vista.
Cómo fue la decisión
Sin vueltas, el joven tiró la primera bomba: “Yo estaba estudiando para sacerdote. Después salí, la conocí a ella y ahí dejé...”. El estudio estalló en risas, y Sol, entre gestos de complicidad, aclaró: “Ya no era sacerdote cuando lo conocí”. Barassi, fiel a su estilo, resumió la escena con ironía: “Vos te propusiste para el seminario, sentiste el llamado del señor, pero de repente te llamó otra cosa y le dijiste chau al señor y te fuiste a atender esa otra cosa”.
Pero Ariel tenía más para contar. Mirando a Barassi, agregó: “También cambié de religión. Antes era católico y ahora soy cristiano evangélico”. Y como si fuera poco, repasó su adolescencia para completar el rompecabezas: “Hice el liceo militar de los 12 a los 17 años, viví un rato en Córdoba y me vine para acá. Estudié para sacerdote, después me fui de mochilero y conocí a Sol”.
El conductor quiso saber si esos volantazos habían tenido el visto bueno de sus padres. Ariel lo resolvió sin drama: “A los 12 me fui de casa y no volví más, pero está todo bien con ellos”. Ya en el presente, la pareja contó que él atiende la barbería que comparten, mientras ella trabaja como niñera. Un cuadro tan inesperado como adorable. “Una historia de lo más normal”, lanzó Barassi antes de retomar el juego.
