Una joven manicurista usó sus redes sociales para compartir la experiencia que vivió durante una entrevista de trabajo en un conocido salón de belleza. Aunque esperaba una propuesta profesional por el nivel del lugar, la realidad la sorprendió por completo.
Según contó, al llegar al salón se encontró con varias manicuristas esperando clientas y un ambiente completamente vacío. “Me hicieron sentar y empezar a trabajar sin siquiera explicarme las condiciones primero”, relató, indignada.
En medio de esa prueba informal, le informaron que el trabajo era part-time, pero con un horario que se extendía desde las 8:30 hasta las 15:00, o de 15:00 a 20:30. Además, debía presentarse antes para limpiar y preparar el lugar.
El punto más insólito fue el método de pago. “Nos manejamos con el 35% de comisión”, le explicaron, y aclararon que ese porcentaje se calculaba únicamente sobre los pagos en efectivo. Incluso si el cliente abonaba con tarjeta, a la trabajadora se le descontaba la comisión del sistema.
Además del salario incierto, las manicuristas debían encargarse de abrir y cerrar el local, limpiar y ordenar, sin ningún sueldo base. También debían llevar sus propias herramientas de trabajo, incluido un torno profesional de alto costo.
“Podría trabajar todo el día y no cobrar nada”, dijo la joven, y detalló que por un servicio de esmalte semipermanente que costaba $ 17 mil, a ella le quedaban solo $ 5 mil. “No me parece justo que hagan esto”, concluyó, mientras su testimonio se viralizaba en TikTok.