Conseguir trabajo puede ser un proceso desgastante y lleno de imprevistos. Pero lo que vivió Manuela, una joven que buscaba una oportunidad laboral, terminó sorprendiendo incluso a los usuarios que vieron la historia en redes sociales. Todo comenzó con un pedido simple: reprogramar su entrevista una hora más tarde.
Manuela escribió al número que le había dado la empresa y consultó si podía mover la entrevista de las 14 a las 15. La respuesta llegó rápido, pero con un detalle inesperado: la llamaron por otro nombre. “Hola Agostina. No voy a poder en ese horario. Podríamos pasarla para la próxima semana o cuando haya nuevas vacantes”, le contestaron.
Sorprendida, ella aclaró que su nombre no era Agostina y aceptó reprogramar la entrevista. Pero del otro lado insistieron con el nombre incorrecto y el diálogo se volvió cada vez más confuso. Cuando volvió a repetir su nombre, lo único que recibió fue un “Disculpas”.
Parecía que todo había quedado ahí, pero días después volvió a sonar su teléfono. Esta vez, Recursos Humanos la contactó nuevamente… y otra vez la llamaron Agostina. Le ofrecieron una nueva fecha de entrevista, pero para Manuela la situación ya había llegado al límite. Respondió de manera tajante: les recordó que era la tercera vez que le decían un nombre que no era el suyo y les comunicó que ya no estaba interesada.
Desde la empresa intentaron explicarse: mencionaron que habían tenido un problema con la agenda y que su número había quedado registrado con otra identidad. Aun así, la joven decidió compartir las capturas de pantalla en X, donde contó que conseguir trabajo se le estaba haciendo más difícil de lo que imaginaba.

























