En medio de los devastadores incendios que azotan a Córdoba desde el lunes, una historia de dedicación y amor materno se destacó entre las llamas. Daniela Vilá, una bombera voluntaria de Villa Rumipal, enfrentó el fuego en el Valle de Calamuchita con una compañera muy especial: su hija Julieta, de apenas un mes de vida.
Julieta nació el 23 de julio de este 2024, y aunque Daniela sabía que el nacimiento de su hija coincidiría con la temporada de incendios, su vocación de bombera no la dejó quedarse al margen. “Uno como bombera espera los meses de incendios para poder aportar y ser útil lo más posible”, expresó Daniela en una entrevista con El Doce. A pesar de estar en licencia por maternidad, decidió encontrar una manera de contribuir sin descuidar a su bebé.
Con Julieta a su lado, Daniela se ofreció a colaborar desde la pista de aterrizaje para aviones hidrantes del cuartel de bomberos de Villa Rumipal. Sólo necesitaba un lugar donde poder cambiarle los pañales y amamantarla. Sus superiores no dudaron en darle un papel crucial en el operativo: se encargó de manejar la radio, los teléfonos y otras tareas operativas, permitiendo que sus compañeros se concentraran en el combate directo del fuego.
Para el jefe de Bomberos de Villa Rumipal, Juan Torres, la presencia de Daniela fue invaluable. “Sabía que estaba de licencia, pero nadie pudo con su genio, ella quería estar”, comentó Torres, quien no dudó en recibirla cuando le envió un mensaje preguntando si podía sumarse al operativo.
Así, la pequeña Julieta vivió su primer incendio desde el cuartel, acompañando a su madre en una jornada que demuestra que la vocación y el amor pueden sobreponerse a cualquier obstáculo.