En la ciudad de San José, capital de Costa Rica, un hombre lanzó desde su departamento ubicado en un sexto piso, a su mascota. Se trata de un gato llamado Ochi. El hecho ocurrió en el año 2019 y quedó grabado en un video.
Fue a raíz de la viralización de este, en las redes sociales, que Gabriel Saborío de 31 años llegó a la justicia por haber tirado a su gato de la ventana. Provocándole múltiples fracturas, luxación, contusiones pulmonares y hemorragias internas, de acuerdo con la necropsia.
El animal alcanzó a llegar a un parque donde le proporcionaron auxilios, pero no resistió y murió.
El caso, que llegó a la justicia en el año 2020, quedó a cargo de la jueza Tatiana López, quien le impuso al acusado, Gabriel Saborío de 31 años, dos años de cárcel.
Pena máxima de La Ley de Bienestar de los Animales
El país mencionado cuenta desde el 2017 con la Ley de Bienestar de los Animales que regula este tipo de acciones. La misma permite una condena máxima de dos años de prisión por maltrato animal. Esta fue la que recibió Saborío, además de tener prohibido vivir con animales.
Sin embargo, este no va a ser encarcelado, ya que se le otorgó el beneficio de ejecución condicional de la pena por cinco años. Si comete otro delito puede ser llevado a la cárcel.
“Desde el punto de vista de la condena estamos satisfechos porque se logra la pena máxima que permite la ley y se demuestra que en Costa Rica no está permitido el maltrato animal”, declaró Gustavo Corella, abogado querellante en el proceso.
Maltrato animal: casos similares en otros países de Latinoamérica
Esta es la segunda sentencia penal por violencia en contra de los animales en Costa Rica. Pero, ya hay varios casos similares en otros países latinoamericanos. Por ejemplo, en Argentina tres personas fueron condenadas con penas de prisión en suspenso por maltratar y matar perros.
En Perú, un hombre cometió el delito de matar a un gato llamado Machín y fue penado a dos años y medio de prisión. Esta es la primera sentencia de este tipo en el país.
En Brasil, un militar fue encarcelado a cuatro años y ochos meses y a pagar una multa por matar a un perro en la vía pública.
