Víctor Díaz había emigrado desde Paraguay con la esperanza de encontrar una vida mejor en Argentina. Durante más de una década trabajó como peón rural en una estancia ubicada en San Vicente, provincia de Buenos Aires. Sin embargo, días atrás recibió una inesperada noticia: su patrón le comunicó que ya no contarían con él, y la situación lo dejó devastado.
La decisión llegó sin previo aviso y, mientras procesaba lo ocurrido, Víctor decidió grabar un video que rápidamente se volvió viral. En él, se mostró caminando por el campo, rodeado de vacas y con los ojos llenos de lágrimas, pero no por haber perdido el trabajo, sino por una despedida aún más dura: la de su perro.
“Acá estoy, llorando por mi perro”, expresó Víctor con la voz entrecortada. “Pobrecito, me sigue, piensa que voy a trabajar todavía”, añadió, mientras la cámara mostraba cómo el animal lo seguía fielmente, sin saber que ese recorrido sería el último juntos.
A lo largo del video, se lo vio conmovido por la situación. “Dije que no iba a llorar, pero mirá, veo a este perro y lloro”, comentó, antes de cerrar con una frase que desgarró a muchos: “Mi fiel amigo, lo voy a extrañar un montón”.
Pese a la tristeza, Víctor quiso enviar un mensaje de aliento: “Cuiden sus laburos”, aconsejó. Y, con algo de optimismo, se despidió diciendo: “Tranqui nomás, tranqui, vamos a encontrar algo mejor”.
La publicación generó una oleada de apoyo en redes sociales. Miles de usuarios expresaron su cariño por el peón rural y su fiel compañero, y algunos incluso ofrecieron ayuda concreta. “Vení a mi campo a trabajar conmigo”, escribió una usuaria. Otro sumó: “Fuerza hermano, cosas mejores vendrán”.