Una frase breve, salida de una historieta argentina publicada hace más de seis décadas, cobró un inesperado protagonismo en la cultura digital actual. “Lo viejo funciona, Juan” reapareció con fuerza tras su inclusión en la reciente serie de El Eternauta, y desde entonces se instaló en redes sociales como lema, meme y expresión cargada de sentido.
Dentro del cómic original, la frase surgía en medio del caos: Buenos Aires quedaba paralizada por una nevada mortal y todo rastro de tecnología moderna dejaba de funcionar. En ese contexto, los personajes debían arreglárselas con lo que quedaba, y descubrían que sólo los autos antiguos seguían en marcha, al no depender de mecanismos complejos. Lo viejo, en definitiva, ofrecía una salida cuando lo nuevo colapsaba.
La adaptación televisiva recogió ese momento y lo convirtió en uno de los puntos más recordados de la serie. Juan Salvo, interpretado por Ricardo Darín, se desmayaba tras ceder su máscara protectora a su exesposa en una escena cargada de tensión. Al despertar, se encontraba dentro de una camioneta vieja conducida por Favalli. Al preguntarle cómo la había hecho arrancar, Favalli respondía sin rodeos: “Lo viejo funciona, Juan”. Esa línea sencilla, pronunciada con naturalidad, condensó el espíritu del relato y disparó una ola de resignificaciones en redes.
La frase empezó a ser usada para todo: desde videos de autos antiguos aún en funcionamiento hasta publicaciones irónicas sobre objetos que sobreviven al paso del tiempo.
El eco llegó incluso al fútbol argentino. Durante la previa del partido entre San Lorenzo y Tigre por los octavos de final del campeonato, el sistema online para canjear entradas se cayó y desató la bronca de los hinchas. En X, el usuario @casla_rami publicó una foto de viejas entradas impresas a mano junto al mensaje: “Lo viejo funciona, Juan”. En ese gesto, la frase del Eternauta se volvió testimonio de una frustración cotidiana: la dependencia de tecnologías que muchas veces fallan.
Así, lo que empezó como un guiño dentro de un relato apocalíptico terminó convertido en un símbolo de resistencia cultural. “Lo viejo funciona, Juan” hoy circula como consigna nostálgica, defensa de lo analógico y crítica a un presente en el que lo digital, lejos de ser garantía, muchas veces deja a la gente del otro lado de la pantalla.