El fanatismo por Gimnasia de La Plata tuvo un alto costo laboral para Gianfranco, quien decidió viajar a Rosario para apoyar a su equipo en un importante partido. Sin embargo, su ausencia en el trabajo fue descubierta a través de una foto que publicó en su cuenta de X, lo que desencadenó su despido.
Tras ser suspendido el lunes por su encargado, Gianfranco recibió un mensaje que confirmó su despido al día siguiente. La difusión de su situación en redes sociales generó una ola de solidaridad y apoyo, llevando a decenas de usuarios a ofrecerse para ayudarlo a encontrar trabajo.
Final feliz: ‘’algún alma caritativa que me de laburo?’’
La historia de Gianfranco tomó un giro inesperado cuando, gracias al apoyo de la comunidad en línea, logró encontrar un nuevo empleo. “Ya conseguí trabajo. No caigo que toda esta locura haya terminado así”, escribió acompañada de una foto suya firmando un contrato.