Un fin de semana de música y playa en Pinamar se vio sacudido por un incidente que involucró a un helicóptero y a un conocido cantante de música urbana. El piloto de la aeronave fue inhabilitado por 60 días tras aterrizar en una playa llena de gente, poniendo en riesgo la seguridad de los presentes.
El protagonista del escándalo fue el cantante Joel Rivas, conocido como Perro Primo, del género “Cumbia 420″, quien decidió llegar a su show en la playa “La Olla” en helicóptero. Rivas, según él mismo relató, tuvo inconvenientes para llegar en auto y optó por esta inusual forma de transporte.
“Así llega un verdadero rockstar”: la llegada de Perro Primo
El artista, lejos de mostrar arrepentimiento, compartió videos en sus redes sociales donde se lo veía dentro del helicóptero, haciendo alarde de su llegada y autodenominándose “un verdadero rockstar”.
En los videos, se aprecia cómo la aeronave se acerca a la playa, mientras arrojaba papeles al aire que algunos testigos confundieron con billetes. En otro video, se le puede ver al cantante en un hangar, fumando un cigarrillo y diciendo “vamos por arriba”.
Reacción de la gente y polémica en redes
El aterrizaje en la playa provocó una gran conmoción. Mientras algunos curiosos se acercaban al helicóptero, otros decidieron evacuar la zona por seguridad. Varios testigos grabaron la escena y los videos se viralizaron rápidamente en las redes sociales, generando indignación y críticas hacia el accionar del piloto y del cantante. Una testigo llegó a decir: “¿Qué hace? ¿Lo estacionó? Están re...”, mientras otra persona describió la escena como “Descontrol en La Frontera”.
Inhabilitación del piloto por la Anac
Tras la difusión de los videos, la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) actuó rápidamente. La Secretaría de Transporte comunicó que el piloto fue inhabilitado preventivamente por 60 días. La ANAC le exigió la entrega de su licencia y se labró un acta de infracción que podría derivar en una sanción económica.
La investigación de la Anac determinó que el helicóptero, matrícula LV-ZBB, había despegado del aeródromo de Villa Gesell e ingresado a la zona norte de Pinamar sin los permisos requeridos para aterrizar en la playa. El organismo enfatizó que no tolerará infracciones que pongan en riesgo la seguridad de las personas.
Este incidente generó un debate sobre la seguridad en eventos públicos y el uso responsable de aeronaves en zonas urbanas y concurridas.