Un local de baterías y vehículos eléctricos en la ciudad de Rojas, Buenos Aires, fue escenario de una dinámica laboral poco común que no tardó en hacerse viral. La jefa del lugar se sentó de espaldas a sus siete empleadas para escuchar, bajo una promesa: no habría castigos, sin importar lo que confesaran.
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La iniciativa se conoció en TikTok con el nombre “Escucho pero no despido”. La consigna fue simple: cada trabajadora debía revelar alguna falta cometida durante su jornada, con la garantía de que no sería juzgada ni identificada.
Entre risas y algunas confesiones que sorprendieron a más de uno, las participantes se turnaron para contar sus “pecados laborales”. Una de ellas admitió que solía borrar comprobantes. Otra explicó que una vez dijo haber tenido un problema mecánico para justificar una llegada tarde, aunque en realidad se había quedado dormida. La más inesperada fue una tercera empleada, que reveló haber falsificado la firma de su jefa en trámites bancarios.
Lejos de generar un clima tenso, el juego reforzó los vínculos del equipo. La jefa mantuvo su promesa de no volverse a mirar ni intervenir. Las demás reaccionaron entre carcajadas, mientras las revelaciones se sucedían una tras otra.
El video fue publicado en TikTok desde la cuenta @ELPRA y alcanzó más de 124 mil reproducciones en apenas cuatro días. También sumó miles de “me gusta” y una catarata de comentarios.
“Se nota que hay un muy buen clima de trabajo”, opinó una usuaria. Otro escribió con humor: “Algunas son gravísimas, pero las bancamos igual”.