El San Roque, principal fuente de abastecimiento para gran parte de Córdoba, enfrenta desde hace años un severo proceso de eutrofización, causado por el exceso de nutrientes como fósforo y nitrógeno que favorecen la proliferación de cianobacterias —las conocidas “algas verdes”—.
Los aireadores fueron colocados antes de la pandemia y funcionan mediante motores que inyectan oxígeno en las capas más profundas del lago. Este proceso rompe la termoclina, mezcla el agua y reduce las condiciones que favorecen el crecimiento de las algas. Además, ayuda a evitar la liberación de fósforo desde el fondo.

El sistema forma parte del plan de contingencia ambiental que incluye también barreras flotantes para la remoción manual de las algas durante los períodos de floración.
El video, compartido cientos de veces en redes, muestra las burbujas y movimientos generados por los aireadores en la superficie del lago, un fenómeno que, aunque llamativo, responde a un mecanismo clave para preservar el ecosistema y garantizar el suministro de agua potable.