Entrevista a Ian Astbury, cantante de The Cult: “En el escenario está lo mejor de mí”

Lo que alguna vez parecía utópico está a días de convertirse en realidad. El grupo británico The Cult actuará el domingo en La Vieja Usina y las circunstancias ponen al teléfono a Ian Astbury, su enigmático cantante, quien desde Los Ángeles adelanta de qué va la cita histórica. “La mayor parte del set son temas viejos, clásicos. Igualmente, vamos a tocar nuevas canciones y temas ocultos de los primeros disco”.  Así que ya saben, Astbury y Billy Duffy, guitarrista y socio desde los inicios, revisarán su obra de modo exhaustivo. Se trata de un puñado de temas que estremecen desde décadas a partir de un rock sugerente (Love) que luego fue duro a secas (Electric, Sonic temple, Ceremony) y más tarde biónico (con el epónimo The Cult). Y se mantiene como una síntesis de todo eso, en pleno movimiento de zig zag  “Intentamos mantener las cosas frescas, ir renovándonos. Siempre estamos cambiando. Nuestro nuevo disco, que editaremos en algún momento de este año, no tiene nada que ver con lo que venimos haciendo. Y así será siempre. El The Cult 2011 es difícil de explicar. Diría que tiene más texturas. Tenés que escucharlo y sacar tu propia opinión”, redondea Astbury, un vocalista supremo que fue convocado por The Doors para la difícil tarea de reemplazar al Rey Lagarto (a Jim Morrison, bah), con quien, además de registro engolado y pose sexy más transportada, comparte fascinación por el chamanismo, por ciertos rituales de los aborígenes de América del Norte. “Crecí en Canadá. Me mudé allí cuando tenía 11 años y visité una reserva aborigen. Me interesé en su cultura. Interactué con chicos aborígenes así que recibí de primera mano las historias de sus antepasados”, revela Ian, como queriendo acercar el contexto georgráfico y místico de  la saga Crepúsculo. -¿Y qué tal resultó la experiencia con The Doors? -The Doors… Dejame pensar, mmmm Me estimuló a ser un mejor compositor, a profundizar. Ray (Manzarek) y Robbie (Krieger) son muy talentosos y te obligan a afinar tus habilidades para estar a su altura. Me obligaron a ser mejor performer, por otro lado. Crecí como compositor y cantante; eso fue lo mejor que saqué de la experiencia. -¿Volverías con ellos? -Me encantaría. Sé que siguen adelante con otro cantante… Hice 150 shows con ellos, no es poco. Tuve que dejarlos porque tuve que volver a The Cult y desarrollar otros proyectos. Además, ellos están envejeciendo, man. Robbie ya está por los 72, creo. -A uno de tus hijos lo llamaste Che por Ernesto Guevara. ¿Qué cualidades debería tener un líder revolucionario hoy? -Buena pregunta. Creo que el rol del revolucionario de hoy les cabe más a las mujeres. Ernesto Che Guevara fue muy compasivo, y se tuvo que desenvolver en un tiempo muy distinto al que ahora. Tuvo que recurrir a las armas. Hoy, la revolución pasa por la tecnología, la información. Esas son las armas a las que hay que acudir para imponer un punto de vista alternativo. Cada vez que se pierde una vida, debilitás el punto de vista que querías sostener. -Perdón, ¿qué tienen que ver las mujeres en esta interpretación? -Es que también creo que los egos de los hombres se interponen contra el objetivo de un gesto revolucionario. Por eso es bueno que las mujeres hayan pasado al frente. Necesitamos que más mujeres tomen el poder. -¿Por qué tengo la impresión de que sos más americano que inglés? -Es comprensible tu mirada. Mi caso es un poco raro. He pasado la mayor parte de mi vida en Estados Unidos. Además, mi madre es escocesa. Viví ocho años en Escocia yo mismo. Me identifico más con los escoceses. De todas maneras, creo que estamos empezamos a ser parte de una nación global. Compartimos hábitos y costumbres. Es un período muy interesante este en el  que vivimos. -Billy estuvo en un reality show de parejas. ¿Vos expondrías tu intimidad en ese nivel? -No. Vi el reality show y no me gustó para nada. No apoyo la idea. Fue una decisión personal hacerlo. No me parece que hay sido muy bueno como producto, además.  Me pongo en esa posición y no me cabe. Me gusta más el diálogo personal, contarle lo que me pasa a alguien en una entrevista. Las entrevistas están para eso, ¿no? Me siento más como yo mismo en un escenario actuando; si en el escenario está lo mejor de mí, no hay ninguna necesidad de mostrar algo más en un reality show. No creo que Billy lo haga de nuevo, no vivió una buena experiencia. -Has colaborado con los japoneses Boris, lo que vuelve evidente que sos un open mind para pensar el rock. -Tal cual, es así. Con Boris canté en vivo, grabé. Me enamoré de ellos cuando escuché su disco Pink. Escuché ese disco, me gustó mucho y me pasé varios años intentando conocerlos para que toquen con nosotros. Finalmente, un amigo en común nos presentó y nos copamos.  En cuanto a ser flexible para la música, efectivamente, escucho todo tipo de estilos. The Cult mismo es muy diverso. Es rock pero al mismo tiempo es muy diverso. Me gusta experimentar, trabajar con gente diferente. Aprendo muchas cosas de, por ejemplo, Unkle. -Hoy es la boda real. ¿Te interesa? -No, no me interesa. -Sonás como un anarquista. ¿Lo sos? -La anarquía es una filosofía muy interesante, en la que tomás tu propia responsabilidad. Pero cuando hay una revolución anarquista esperás que todos se unan a vos, pero resulta que hay mucha a la que le gusta que le digan qué hacer y no le gusta tomar sus propias decisiones. A esa gente le gusta tener la seguridad de no tener que confiar en su propio instinto ni  responsabilidad. Así que la filosofía del anarquista es difícil de llevar adelante, sobre todo con la sobrepoblación planetaria. Es difícil poner de acuerdo a seis billones de personas. La anarquía individualista, la idea de la autorresponsabilidad, es muy interesante, pero cuando intentás forzar a otro que piense como vos, sobre todo usando la violencia,perdés la legitimidad de tu punto de vista. Hay cosas buenas en el anarquismo, en el socialismo… No hay una solución definitiva. Yo adhiero a la filosofía budista. Entender el mundo del karma, que por cada acción hay una reacción, que si provocás algo negativo recibirás una reacción negativa.