Hace ya un par de meses que Channing Tatum y sus amigos se sacan la ropa para señoritas de varias partes del mundo. Magic Mike XXL, la película producida por Steven Soderbergh, se estrenó en julio en los Estados Unidos y comenzó el recorrido por las carteleras del mundo, con críticas confrontadas aunque sin hacer estallar la taquilla como se esperaba.
Lo que sí ha sido llamativo es que, según reportan varios medios extranjeros, la saga de los strippers de Tampa se ha convertido en una especie de ritual para mujeres que acompañan la aparición de los actores y sus sensuales movimientos con un coro de gritos que elevan la película a la categoría de un show real.
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La expresión colectiva no es novedosa pero resulta interesante en un evento en el que el público está educado para solo compartir aplausos, risas o lágrimas en voz alta. Las más veteranas recordarán que Elvis Presley era acogido de igual manera cuando incursionaba en la pantalla grande. Le siguieron luego los experimentos cinematográficos de Luis Miguel y, hasta no hace mucho tiempo atrás, las primeras apariciones de Tom Cruise luego del éxito de Top Gun. Sin embargo, hasta Magic Mike no era usual escuchar gritos en una sala.
Quién sabe si este tipo de recepción fue la expectativa que acompañó el proyecto inaugural de Tatum y Soderbergh, pero ambos se plegaron naturalmente al proceso. Juntos, pergeñaron otra vuelta, está versión XXL, en la que los Reyes de Tampa se embarcan en un road trip para despedir el oficio en una convención multitudinaria.
Cosa de hombres
Ya no son ningunos pibes y aspiran a otro futuro. Sin la presencia ahora de los actores Matthew McConaughey ni Alex Pettyfer (uno por cuestiones de presupuesto y otro por cuestiones personales), la historia gira ahora alrededor de Mike (Tatum) y destaca más a los personajes de Joe Manganiello y Matt Bomer, que en el pasado posaban casi como objetos decorativos de fondo mientras Channing hacía acrobacias y volteretas en ropa interior.
Soderbergh, por su parte, se bajó de los controles pero quedó a cargo de la parte artística como director de fotografía. La dirección recayó en manos de Gregory Jacobs, mientras que el guion fue responsabilidad de un gran colaborador de Tatum, Reid Carolin, con quien el actor ha trabajado en varios proyectos (entre ellos Comando especial 2 y El ataque).
Además, Tatum se asume también como productor ejecutivo, "cansado" según contó alguna vez, de recibir guiones para producciones que no le interesaba hacer. Juntos también admitieron que cosifican sin tapujos. "Los hombres en Hollywood están acostumbrados a abordar cualquier rol que deseen, mientras que las mujeres, aunque interpreten a una stripper o a una mujer común y corriente, tienen la presión de cumplir con un determinado tipo de cuerpo. Estamos objetivando al varón y diciendo que la mujer puede mirar a los hombres de la misma manera que ellos han estado mirándolas en la pantalla por años", le dijo Caorlin a The Guardian.
Manganiello, quien se ha pasado la última década en el show business casi sin remera, también defendió la cosificación y elevó la apuesta. "Hombres y mujeres somos distintos, no importa lo que hagamos. El arco de la película trata sobre la diferencia entre las fantasías del hombre y de la mujer y cómo se manifiestan. Los hombres sólo quieren ver mujeres desnudas, mientras que ellas sólo quieren un show. Quieren ser precalentadas como lo es un horno, mientras que el hombre es como un microondas que se prende y se apaga. Lo que amo de este filme es que una vez que salís, tú y tus amigos hablan sin parar. Van 40 años de feminismo y ahora es el momento para empezar a tener esa conversación", analizó el actor.
Las mujeres a las que les toca mirar desde adentro en esta vuelta no son tampoco ningunas pibas. Por el contrario, su presencia es poderosa. Por un lado hace aparición la legendaria Andie MacDowell como la cabeza de un grupo de amigas que tiene la suerte de cruzarse con los Reyes en su propia casa. También participa Jada Pinkett Smith, como Rome, una especie de gerenciadora que estuvo vinculada a Mike en el pasado y que ha sabido llevar el negocio del striptease a una nueva dimensión. "¿Están listas para ser veneradas?", le pregunta Rome al público de féminas enardecidas con billetes de un dólar en la mano esperando a por los chicos. La pregunta trasciende la pantalla y cuando ellos aparecen en escena, como por arte de magia, se comienzan a entender el porqué de los gritos.
- Nuestra crítica de "Magic Mike XXL", aquí.
