Qué difícil que es darle calidez a un techo de doble altura. No es factible recordar una obra en Córdoba dedicada a la gastronomía que haya logrado vencer ese témpano estructural. Aquí De Culto se adapta al local como puede, montando una cafetería tradicional.
Hay mesas color wengue, luz de alto impacto, y un entrepiso para cuando el salón de abajo se llena. La fachada es vidriada, pero gana soltura con una intervención artística. Tomamos asiento y, en mesas que todavía conservan los sobrecitos de azúcar de la tarde, tenemos un QR para escanear.
Dentro de la carta el tema ya es otro. No vemos una especialidad marcada, un concepto claro de la propuesta del lugar. Tenemos que ir en busca de pistas que nos dejen en un camino seguro. Entre cafetería, meriendas, sándwiches, pastas, pizzas y platos principales, algo vamos a encontrar.
La pizza
Cuando entramos a la sección pizzas vemos que hay algo que está bien. La primera pizza de la lista es una búsqueda diferente, algo que cambia con respecto a cualquier bar o pizzería de la ciudad.
Se llama Bianca de vegetales ($ 2.100) y se anuncia con mozzarella y salteado de vegetales a la plancha. Salvado el detalle de que no es un salteado, tenemos ricas, prolijas y coloridas rodajas de zucchini y berenjena, con el complemento de cebolla y pimiento. Y un detalle esencial, pesto de albahaca.
Una pizza bianca es aquella que no lleva salsa de tomate. En este caso la base del sabor es una masa muy liviana y bien inflada por el choque térmico. Es una pizza tremenda que debería estar en la marquesina de este y de cualquier local que quiera mostrar que lo suyo, definitivamente, es la pizza.
Aperitivo
Antes de la entrada, la moza alcanzó una tablita de madera con un appetizer muy rico y original. El tema es que no explicó de qué se trataba. Era un rico puré de lentejas acompañado de pan de molde y pan focaccia tostados con aceite de oliva, para untar.
¿Cómo cambia la cosa cuando en vez de dejar el plato en la mesa explicamos qué es, de qué se trata, cómo está elaborado y por qué? Mucho.
El aperitivo se acompañó, al igual que la pizza, con un Apero Spritz ($ 900), rico pero mal integrado. Es decir: tiene que llegar a la mesa ya con sus ingredientes armonizados en la barra, porque si no tenemos que pedir… ¿una cucharita? No es lo más glamoroso del mundo.
La pasta
El primer hit internacional que vemos en la carta es el Mac & Chesse ($ 2.700). Es un plato estadounidense donde se fusionan los macarrones (que son una pasta seca con forma de codito) con queso cheddar (y otros quesos). En este caso llegan dentro de un pan de pizza.
Ese toque personal sigue identificando al lugar con la masa, con la pizza, con un horno y el buen manejo de la harina, la levadura y el calor.
La pasta se complementa y descansa en mini albóndigas pero… No está la cebolla de verdeo que se insinuaba en la foto de la carta. Y sabemos que ese golpe vegetal siempre viene bien en este tipo de contextos en que el queso puede empalagar.
Pastel de cordero
Desde The Breacan que no veíamos este plato en la ciudad. El Pastel de cordero ($ 2.900) es el segundo hit internacional que vemos en este lugar, y por él vamos. En este caso llega bien gratinado (puré con queso). Espectacular, para la foto.
Abajo la sensación que queda es de buen sabor pero falta de humedad. Y eso que hay más presencia de vegetales que del mismo cordero: mucho pimiento rojo, tomate, romero y cebolla de verdeo. Algo desbalanceado y sin integrar, pero fácil de corregir.
Otro detalle para la atención, que fue bastante dispersa durante todo el servicio: con el vino en copa ($ 800) no se anunció marca, variedad, año, nada. Lo ideal siempre es que se sirva en la mesa, explicando de qué se trata la propuesta, para realzar el propio valor del producto que estamos ofreciendo.
Baño y postre
En materia de postres se anunciaba flan, budín de pan y especialidades del área meriendas y pastelería. Vamos a dejar ese viaje para la próxima visita en la que, seguramente vendremos a probar las pizzas y alguna que otra sorpresa más
¿Y el baño? Bien equipado, pero hay detalles por resolver. Nada grave, pero hay que atenderlos para que nada quede librado a la interpretación.
Para ir
De Culto
Calificación: bueno
O’Higgins 5845, barrio Jardín.
Teléfono (0351) 153-291932.
Abierto de lunes a viernes de 7.30 a 01. Sábados y domingos de 8.30 a 01.
Efectivo y tarjetas.
