Entre las ventajas de tener al mainstream como un horizonte lejano se ubica la absoluta libertad de tomar la dirección que se desee. Lo prueba el grupo cordobés Lautremont con su segundo disco, al que titula Luy para evocar al fallecido poeta Vicente aunque no como un homenaje a él. Es que en esa obra, el proyecto del multiinstrumentista y cantante Darío Bustos (a.k.a. Viejasound) sigue desplazándose entre lo tenebroso y lo mórbido, asumiéndose como número imposible de domesticar.
Pese a que una gacetilla promocional avisa que ahora la cuestión viene menos downtempo y más pop, tras la escucha prevalece la noción de quijotes dark resignados a la claustrofobia, esterilizados para desarrollar la plena felicidad. ¿Cómo calificar entonces a la estética minimalista y con resonancias sacras e industriales de Lautremont? Imaginen a Trent Reznor pataconeando nuestra Cañada, e intentando sacar una polaroid de extraordinaria locura. Bueno, por ahí va.
Lautremont tiene el dinamismo de un proyecto personal que puede socializarse sin conflictos, alcanzando estatus de quinteto, cuarteto o trío. Pero Luy es producto de la interacción de Bustos con el baterista Guillermo Camusso (ex Hyperstatic y Mandril), más un tándem de invitados que destaca nombres propios de la factoria del sello editor Ringo (Martín Rigatuso, Pablo Maccario, Santiago Izquierdo) y otros personajes que históricamente ayudaron a Bustos en su cruzada estética (Juan Boogie, Mariano Villegas y Raúl Pandolfi).
A la hora de adentrarse al repertorio, se podrá concluir que el ensombrecimiento porfiado no redunda en monotonía. Horla, el tema de apertura, tiene el charlestón abierto, afinaciones graves y un registro apocalíptico resumido en su vibración stoner y en una letra sobre pensamientos por afuera de la razón. Walternativo es afterpunk sobre una multitud de llaves pero ninguna con la capacidad de destrabar los secretos de un sueño feliz. E Impulso electrónico obliga a que revisemos la excitación que produjo hace años el Catupecu de Cuadros dentro de cuadros (aquí hay pulso maquinal pero nihilista en serio).
Para pistear todos los tracks valen, pero es Cabeza el que se aproxima a cierta noción de hit, por más que tenga una letra sobre las superficies del confort, del placer. Es un tema ganchero, pero que invita a desprenderte de todo para aproximarte a una realidad por afuera de la simulación, de las impostaciones. Genial. El uso de programaciones, ruiditos y todo tipo de emulaciones en ocasiones se exacerba hasta encontrar un registro kraut rock. Sucede en Earl, donde la furia a favor de las máquinas llega a tutearse con una invocación tribal. Es entonces que a Bustos se le oye repetir como un mantra "esto es temporal, esto es temporal", y la sensación de vida real desaparece.
La oscura quijotada de Lautremont
El ahora dúo Lautremont publicó “Luy”, su segundo disco de estudio, en el que se reafirma tenebroso y surreal. Lo presenta en los próximos días.
8 de agosto de 2012,
