Hace pocos días, el tema volvió a activarse. El empresario Euclides Bugliotti explicó por qué decidió cerrar el Orfeo Superdomo de Córdoba y aseguró que no tiene intenciones de reabrirlo. La noticia dio por tierra con las esperanzas de algunos espectadores, que tienen su propio top 10 de los mejores shows que vieron allí.
En plena pandemia, cuando el superdomo donde tronó Metallica se convirtió por un tiempo en vacunatorio masivo contra el Covid, las sillas se convirtieron en asientos para esperar el turno de Sputnik y Astrazeneca.
Varios recordarán que, poco tiempo después del cierre del Orfeo, de repente sus inconfudibles butacas naranjas, todavía con sus números de ubicación en el respaldar, aparecieron en venta en los estacionamientos y locales de varios centros comerciales de Córdoba. Y aún sigue la promo.
¿Quiénes compraron esas butacas? Muchos las reconocieron en las nuevas tribunas de la cancha de Belgrano, ahora ya no de color naranja mecánica sino de celeste pirata.
Otros recuerdan haber usado sus apoya vasos como sotenes de grandes pintas de cerveza en el predio de la Oktoberfest de Villa General Belgrano.
Y hay algunos que vieron partidos de fútbol en canchas de alquiler sentados quizá en la misma silla en la que vieron alguna vez a Luis Miguel.
En redes sociales, varias personas cuentan, como si se tratara de una aparición, que creen haberlas visto en una escuela o en una iglesia.
Como la historia de las pirámides o de los templos griegos: sus partes están desmembradas en varios rincones, pero ¿alguien cumplió el sueño de llevárselas a su casa, para armarse su propio mini arena o cine personal? Pues sí.
Destinos varios
Eso explican Gustavo Orfila y Carlos Capozzo, que trabajan junto a Bugliotti y hoy están a cargo de la venta de las sillas que quedan. Ellos dicen que incluso hay gente que las tiene en sus quinchos particulares, o al lado de sus piletas.
Entre los negocios comerciales, confirman que, además de tener como destino la cancha de Belgrano, hay otras en canchitas de fútbol, de fútbol infantil, en canchas de paddle, y algunas viajaron a un club de La Rioja.
También cuentan que la mayoría de las 12 mil butacas que había en el Orfeo ya fueron adquiridas, pero que también están en venta hoy las que estaban destinadas a ser parte del proyecto del Orfeo Mendoza, que nunca llegó a concretarse.
Hoy cuestan unos 25 dólares dólares MEP cada una, las que estaban destinadas al Orfeo de Mendoza. Y las pocas que aún quedan y pertenecían al Orfeo de Córdoba y siguen a la venta, tienen un valor aproximado de 17 mil pesos cada una, y se venden en módulos de cuatro, cinco o seis sillas.
“Se importaron en su momento de Estados Unidos, hoy es casi imposible ingresar asientos como estos, por eso se han vendido bien, evalúan”.