En un trabajo de campo realizado por este diario, en la “era prepandemia”, sobre un baile de cuarteto, está claro que la actitud como marca registrada es la que diferencia lo que podemos encontrar en una academia de este tipo de danza. Más allá de los diferentes estilos y coreografías para el baile, el bailarín y la bailarina de raza tiene una impronta muy difícil de imitar. Una de las características que marcan la diferencia al bailar, en los tantos pasos de esta danza, es el movimiento de talones sin saltar.
Movimientos del hombre
Movimientos de la mujer
En el caso de la mujer, tiene un marcado vaivén de caderas con el torso quieto, pero con los hombros y brazos al ritmo.
El arte de sacar a bailar
El objetivo de la danza es lograr un encuentro cercano entre el hombre y la mujer, pero también es conseguir química con la pareja para la dinámica del baile y el juego erótico.
Las coreografías en pareja
La “coreo del 8”, una de las más típicas, tiene una serie de giros y cruces que envuelve y desenvuelve, sin soltarse las manos (esta explicación ameritaría otra infografía propia).
El “Elvis del Cuarteto”
Sin dudas “la Mona” Jiménez, con su carisma al bailar, marcó a varias generaciones y popularizó la marca registrada del cuarteto cordobés con su vaivén de caderas y su movimiento de mano.
Seducir con la “trucha” y sacudir la cabeza al ritmo
Tanto el hombre como la mujer buscan seducir con diferentes gestos. La “trompita” siempre acompaña el movimiento de caderas en el baile. El look de la “cubana” (melenas en la nuca hasta los hombros o más) ha sido un clásico para poder sacudir los cabellos sueltos en el movimiento de cabeza que acompaña el ritmo.
Infografía de Juan Colombato - Animación de Enzo Oliva.
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