“No sabíamos a dónde iba esto. No sabíamos que sería tan largo. Con Hernán decidimos hacer esta obra por streaming ”, comenta Alejandro, con respecto a la invitación de la productora Enjoy Live Estudio. “Nos incentiva hacerla lo más parecido a una función teatral, vivir la adrenalina y estar lo más cerca posible del público, sentir esa vibración”, dice Hernán. La obra se filmará en vivo a cuatro cámaras, con las luces que aporta la sala Medida por Medida. “Sabiendo que la gente la vista en su casa. No es poco, teniendo en cuenta lo que está pasando a nivel mundial ”, agrega Ale. Los ensayos están orientados al nuevo dispositivo porque, como dice el actor, "la tienen tatuada", con más de 300 funciones en el cuerpo.“Llevamos 13 años con la obra. Con el gordo nos miramos y sabemos todo. Obviamente, cambia el escenario,
En el contexto actual, la pregunta es cómo se resignifica el texto en el que dos personajes, a los que se los ha relacionado con los que esperan a Godot, viven su encierro. La paradoja en 2020 es completa. Carlucho y Ronco transitan su tiempo incomunicados con el exterior. La lucidez y la enajenación los contendrá en una realidad extraña. Sin embargo, ningún desorden emocional los aleja de la idea revolucionaria del amor y la liberación.
“Decidimos hacerla porque justamente es una obra que habla del encierro pero en el fondo tiene una mirada esperanzadora, exalta la solidaridad, la amistad. Por eso nos pareció que es una obra que puede aportar estos momentos que estamos viviendo todos ”, señala Sevilla.
Sobre los personajes Carlucho y Ronco, Ale y Hernán, respectivamente, la mirada siempre se actualiza.
“Se resignifican. Ese encierro que era lejano, hoy, es cercano. Antes, escuchando a los personajes nos imaginábamos el encierro. Ronco es un personaje que reniega del encierro pero al mismo tiempo tiene mucho miedo de salir al mundo. Ese ida y vuelta está en toda la obra: el deseo de conectarse y salir, y un miedo atávico, no querer moverse de su situación, aunque no está cómodo ”.
“Carlucho es lo contrario. Es el último día en ese lugar porque va a poder salir de ese no-lugar. Cada espectador puede imaginar el lugar que quiera. Carlucho quiere salir y en determinado momento nos damos cuenta de que las puertas no están abiertas, que es el día equivocado. Ahí empieza la segunda lectura de la obra. Definitivamente, están encerrados. La historia al final es liberadora, es impresionante la emoción que produce ese final. Con Hernán podríamos haber hecho Buena, macho, que no tiene escenografía, y tirar una onda con respecto al tema de la violencia de género que es inagotable, pero nos pareció que es un hermoso momento para brindar teatro y esperanza ”, comenta Orlando.
En cuanto a la dirección Cheté Cavagliatto y Santiago Pérez, responsable del arte visual, las indicaciones llegan por whatsapp. “Nos manda los audios con las marcas de dirección impecables y nos hace las últimas indicaciones, como correspondencia”, dicen los actores.