Camila Sosa Villada, que ya ha llenado una buena cantidad de teatros con sus obras, el viernes lo hizo de nuevo para presentar su libro. Las flamantes venecitas negras del teatro Comedia vieron desfilar una larga fila de lectores (fans, a esta altura, incluso muchos que quedaron afuera) que se reunieron para la presentación de Tesis sobre una domesticación.
No es usual que la presentación de un libro se convierta en un acontecimiento masivo y con un público entusiasta como si estuviera un un recital. La propuesta preparada por la autora, junto con la editorial Planeta y Rubén Libros entendió de qué iba a la cosa.
Un sillón blanco, una mesita con unas copas y un teléfono negro eran los elementos de la escena. De fondo, el telón era una pantalla que proyectaba en loop escenas de una adaptación cinematográfica de La voz humana, el clásico de Jean Cocteau, interpretada por Anna Magnani, con dirección de Roberto Rossellini, llamada El amor.
Con esa elección de escenografía o altar, sentada como si estuviera sola en su living, Camila comenzó leyendo un fragmento de su novela, obra que se lanzó hace ya varios años a través del diario Página 12 y que ahora reeditó Tusquets, editorial con la que Camila publicó Las malas, la novela que la llevó de Córdoba al mundo.
Fresca, como en la escena de una obra cuya virtud radica en parecer nunca ensayada, Camila leyó fragmentos de su novela, con guiños al público, en un ida y vuelta, sin ahorrarse titubeos, algún chiste y gestos de intimidad.
El invitado estelar de la noche fue Humberto Tortonese, que entró en escena con una bata roja y se transformó en una geisha desesperada cuando atendió el teléfono de la mesita para traer al teatro fragmentos de La voz humana. Magnético y arrebatado como en un tango, Tortonese leyó, improvisó, conmovió e hizo reír.
El bonus track fue un llamado más al teléfono. El actor atendió otra vez y, en una especie de “conexión estelar”, comunicó a la audiencia que era un llamado del cielo de Alejandro Urapilleta. Lo que siguió fue una lectura de dos poemas de Urdapilleta, una preciosa manera de cerrar.
