Actualmente, las mascotas se volvieron una parte importante e indispensable de las familias argentinas. Estos compañeros de cuatro patas se ganaron el amor incondicional de sus dueños a tal punto que muchos los llevan tatuados en la piel.
Mientras algunos optan por hacerse diseños más simbólicos, otros se animan a retratar a sus mascotas a la perfección. Esta tarea de realismo puro no es para cualquiera ya que implica un alto grado de profesionalismo y fidelidad con la realidad. Artistas como Tam Gallardo cumplen los deseos los sus clientes y los deslumbran con sus diseños.
Tam es cordobesa de sangre (por parte de padre), exbailarina de ballet y artista. Comenzó a tatuar a los 18 años en el barrio Canning de Buenos Aires y trabajó muchos años en estudios porteños, pero ahora dirige su propio estudio privado en Córdoba llamado Tattoo Atelier Malva.
“Siempre tuve un amor por Córdoba. En esta provincia conocí artistas increíbles de la nueva generación del tattoo y me enamoré aún más de ella. Hace muchos años venía planeando venirme a vivir acá y por suerte este año se logró”, explica en diálogo con VOS.
Sobre tatuajes realistas y microrealistas
El trayecto artístico de Gallardo fue mutando entre la vieja guardia de tatuadores y la nueva generación de artistas: “En la vieja escuela era muy difícil conseguir que te enseñaran a tatuar. No había mucha información sobre el tema. Comencé trabajando con una máquina de bobina y se me hizo súper difícil. Muchas veces estuve por abandonar, pero sabía que el tattoo no me iba a ganar”.
Y luego agrega: “Hoy en día para los nuevos artistas es más fácil poder acceder a información como qué tipos de agujas usar, las diferentes técnicas y máquinas que existen, entre otras cosas”.
Tam cuenta que al comienzo fue aprendiendo sola y observaba el camino que transitaban las dos generaciones para absorber como esponja todo el conocimiento que podía. Con el tiempo se sintió atraída por el realismo, el hiperrealismo y más tarde incursionó en el microrealismo.
“Siempre me gustó el realismo, en especial el hiperrealismo, es decir, las piezas grandes. Ya sabía que quería hacer eso y ahí comencé en este mundo. Después llegué al microrealismo por dos artistas que hoy son mis referentes: Tizauria, la primera artista argentina en hacer microrealismo y Andrea Morales, de Granada, España. Es un estilo nuevo que no tiene tantos años. ¡Me encanta! Se juntaron con dos de las cosas que más amo: el realismo y el mundo en miniatura”, reconoce.
Furor por los tatuajes realistas de mascotas y una historia conmovedora
Si bien la tatuadora realiza todo tipo de diseños realistas, hoy su fuerte son las mascotas. “Me di cuenta de que me gusta todo lo que sea realista así que empecé a tatuar objetos como el alfajor Capitán del espacio que se hizo viral en las redes sociales. No descarto la idea de hacer retratos de personas. Yo creo que mi trabajo va mutando y creciendo así que en algún momento se va a dar”, añade.
Gallardo asegura que el furor por los tatuajes realistas de perros y gatos arrancó después de la pandemia. “Desde marzo, que fue cuando se cerró todo, hasta septiembre yo no pude trabajar, pero hice una lista de espera que luego se convirtió en una agenda completa. ¡Una locura! Desde ese día no paré”, comenta orgullosa.
Sucede que las mascotas son parte de nuestra familia y como tales representan una importancia incalculable para los seres humanos. “Creo que la mascota pasó de ser el perro que cuida la casa o el gato que anda por los techos a ser parte de la familia, ser un hijo o un hermano más”, opina la artista.
Día tras día, Tam no sólo tiene la honorable tarea de reflejar fidelidad, detalle y profesionalidad en sus obras, sino que también tiene el valioso trabajo de retratar una historia de amor que quedará plasmada en la piel para toda la vida.
“Cuando viajé a Valencia, España, tuve el placer de tatuar a una clienta que me contó la historia de su mascota. Su hijo perruno estaba muy mal y decidieron que dejara de sufrir. Estaba muy viejo y enfermo. Ella y su hermano perruno lo acompañaron en todo el proceso. Desde el momento en que ella empezó a hablar, yo me puse a llorar. Tatuaba y lloraba a la vez. ¡Nunca me había pasado eso! No podíamos parar de llorar”, reveló aún muy conmocionada.
Este relato quedó documentado en un video que la tatuadora publicó en su cuenta de Instagram. “Muchos usuarios se emocionaron con la historia y me la recuerdan siempre. Hay historias tristes en las que lloramos, pero también hay otras muy alegres. Cuando queda listo el tatuaje, no pueden creer que su hijo perruno o sus gathijos estén en su piel y que lo van a poder adorar por siempre”, explica.
Algunos datos curiosos sobre los tatuajes realistas de mascotas
Este tipo de diseños suelen llevar aproximadamente tres horas de trabajo, aunque depende mucho la complejidad que tengan (“no es lo mismo tatuar una mascota con pelo lacio que otra con rulos”). La artista aconseja hacerse este tipo de tatuajes en las piernas o en los brazos por varios motivos.
“No tatúo otras zonas porque la piel no es muy buena o tiene más movimiento, como por ejemplo en las costillas. Es un trabajo que requiere de un par de horas en la misma posición y mi espalda no me lo permite jajaja. Además, al ser tattoos muy pequeños necesitamos que se aprecien y no se pierdan. Los clientes quieren verlo y tenerlo cerca siempre”, asume.
El mayor desafío que tiene Tam en este tipo de obras es la semejanza que debe alcanzar con el registro original. “Tiene que quedar igual a la foto. No trabajo con bocetos, solo con la imagen original. Si no tienen fotos muy buenas, como las de papel de antes, trato de no tomar esos trabajos”, sostiene.
El trabajo de la artista crece a pasos agigantados y cada vez tiene más y más consultas sobre cuándo abre su agenda.
“En los últimos meses muchos de mis trabajos se hicieron virales en Tik Tok e Instagram. Mi agenda se abre cada dos meses mediante un formulario de Google para que sea más ordenado y profesional. De todas formas, siempre dura unos minutos abierta ya que llegan alrededor de 200 solicitudes y cada vez se desborda más. ¡Quisiera tener más manos para poder tatuarlos a todos!”, exclama contenta.