Tini Stoessel llegó al estudio de Los Mammones dispuesta a desplegar su simpatía y su frescura a lo largo de la entrevista. La cantante se permitió responder algunas preguntas muy específicas de su privacidad, y en más de una ocasión enterneció a todos contando algunas anécdotas de su infancia.
Después de la bienvenida y de desfilar en el espacio del estudio, Jey Mammón arrancó con la primera pregunta de la noche: “¿Es verdad que de chiquita eras adicta a la arena y te la comías?”. La cantante se sorprendió al ver que el conductor había accedido a una información tan específica, y explicó: “Es cierto, era muy bebé, creo que no llegaba al año. Le daba a la arena, no sé por qué ni cómo se solucionó el problema”. Para rematar la anécdota, la producción compartió una foto en la que Tini está junto a su papá, con la boca sucia de arena.
Jey quiso continuar con la temática de la infancia y disparó con otra pregunta: “¿Es verdad que de chiquita empezaste a caminar a los tres años recién?”. La invitada se rió al ver la cara de sorpresa de los panelistas, y explicó: “Yo soy medio fiaca para algunas cosas. Tengo un tema que me gusta mucho dormir. De hecho, si me decís ‘dormite’, yo me duermo. Y me daba fiaca el tema de caminar. Era como ‘fiaquera’, digamos”.
Mientras se mostraban fotos de Tini bebé junto a sus padres, la cantante continuaba con su relato: “Me costaba el ema de encarar la caminata. Daba un paso y me volvía a caer, hasta que a los tres parece que…”. La cantante se interrumpió y se dio cuenta de que tres años era efectivamente mucho tiempo: “¿Dije tres? ¡Pero tardé mucho!”, agregó.
A medida que iba creciendo, Tini fue desarrollando una personalidad muy extrovertida, indicando desde una edad muy temprana que su futuro sería en los escenarios. Sin embargo, el desarrollo de su carrera tuvo un efecto inesperado: “Fue tanta la exposición, me empecé a ver tan expuesta con cosas que me daban un poquito de vergüenza, que empecé a meterme un poquito para adentro”, explicó.