Un amigo de Ricardo Fort venderá un valioso objeto del empresario chocolatero, con la idea de apoyar una causa solidaria.
Se trata de Juan Martorelli, quien estableció una base de un millón de pesos para el fetiche en cuestión.
¿Y cuál es ese fetiche? Lo blanqueó el mismo Martorelli en el programa Mitre Live, de Juan Etchegoyen.
“Voy a subastar la copa de Ricardo Fort, la que usaba en su programa de televisión”, dijo el amigo del mediático fallecido.
“Me la dio en su momento, y antes de que hable algún payaso o alguna sanguijuela, voy a subastarla para donar a la fundación de barberos que trabaja gratis en comedores y merenderos para los chicos”, añadió.
El programa de TV aludido es Fort Night Show, que el “Comandante” conducía junto a Marina Calabro y que se emitía por América TV.
Martonelli es músico, licenciado en Comunicación Social, estilista y presidente de la fundación de barberos, para la que busca conseguir fondos y así comprar un vehículo que facilite su tarea.
Al menos así lo dejó en claro en sus redes.
“Un día me gustaría que se sepa todo lo solidario que era Ricardo por la gente que ha ayudado sin decirlo, y esa es la manera en la que el universo después te devuelve”, se esperanzó.
“La voy a subastar para los fanáticos de Ricardo y sepan que va directo a una cuenta social que tan mal la están pasando”, redondeó.
La copa está disponible en Mercadlo Libre, en cuyo sitio se la ofrece con este texto: “Esta donación de la última copa de Ricardo Fort en su programa Fort Night Show servirá para que los barberos y peluqueros que cortamos gratis en comedores y merenderos de todo el país tengamos una movilidad para llegar a todo el país de donde nos convocan”.
“Aceptamos el dinero o una combi en buen estado. Muchas veces somos víctimas de la inseguridad para llegar a los sitios que nos necesitan y no contamos con apoyo de ninguna empresa ni gubernamental. Ojalá puedan ayudarnos”, cerró.
Un usuario de la plataforma le reclamó a Martorelli algún fundamento que dé cuenta de la veracidad del objeto.
“No dudo que sea real, pero le sugiero que la venda con un certificado de escribano debidamente legalizado, como todo objeto de colección”, apuntó. “De lo contrario no tiene más valor que una copa convencional”, cerró.
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