Lemmy Kilmister, bajista de Motörhead y referente insoslayable del rock visceral fallecido en 2016, logró que sus herederos cumplieran con uno de sus deseos más fervientes.
¿Cuál, puntualmente? Que sus cenizas fueran puestas en casquillos de balas y enviadas a sus amigos más cercanos.
Al menos eso confirmaron los perfiles oficiales de Motörhead en redes sociales, en los que se reprodujo una carta de alguien que había recibido uno de esos recuerdos.
“Todos sabemos que Lemmy conocía a muchas personas, pero tenía pocas a las que consideraba amigos y menos aún a las que consideraba familiares. Como sos una de esas personas a las que consideraba familia, nos gustaría compartir un pedacito de él con vos”, expresaba la misiva.
“Lemmy tocó todas nuestras vidas de una manera que no creo que ninguno de nosotros pueda olvidar jamás, pero con estas cenizas no solo guardás los recuerdos que tenés, sino que también mantenés a Lemmy con vos para siempre. Él era Lemmy. Tocó Rock\'n\'Roll. No lo olvides”, completaba.
La viralización de esta situación llegó luego de que Riki Rachtman, conductor de Headbangers Ball por MTV, mostrara una caja con la bala, acompañada por la carta correspondiente.
Otro gran detalle: la bala llevaba la inscripción del nombre del líder de Motörhead en el casquillo y todos las incrustaciones necesarias para que sea usada como un colgante.