Magui Olave vive su presente perfecto. Instalada en Córdoba, a la cuartetera la pandemia la sorprendió con un disco nuevo bajo el brazo y una nominación por su CD anterior en los premios Gardel.
Aprender a volar, su segundo material, vio la luz en pleno aislamiento; y como ella dice, se las tuvo que "arreglar" para difundirlo y para que sus seguidores –que van en aumento– puedan verla tocar en vivo.
La cantante arrancó primero con las trasmisiones en vivo desde su casa a través de las redes y luego todo se fue profesionalizando hasta que, con protocolos de por medio, los shows llegaron en formato streaming.
“Es cuestión de buscarle la vuelta, de ir probando. Este sábado, por ejemplo, vamos con escenografía y vestuario de estreno”, dice. Y agrega que la idea es ir profesionalizando el cuarteto: “Le damos la importancia que se merece para ir posicionándonos en la misma línea del disco, todo va en un mismo sentido y el equipo está siempre a la altura”.
Al show de este sábado lo define como "clave" para ella y para su primo Ulises Bueno. El cuartetero tendrá su primera aparición artística desde que empezó la pandemia y muchos de sus fans también están ansiosos por verlo.
Lo primero es la familia
Magui rescata la idea de hacer un show con Ulises en formato íntimo porque quiere volver a traer a la familia al centro de la escena. Quiere que, entre tema y tema, ella y su primo puedan charlar sobre aquel difícil pasado que los llevó hasta donde están. Aunque aclara que lo harán con humor para tratar de mostrar lo positivo de esa etapa.
Es que ella transitó con Ulises muchos escenarios del país durante los comienzos de ambos en el cuarteto. Eso, y la herencia que dejó “el Potro” Rodrigo Bueno en su familia y en su música, constituyen el capital con el que los dos transitan sus presentes artísticos.
“La idea es que, además de música, podamos charlar y que la gente pueda conocer cosas que a lo mejor no sabe. Un millón de cosas nos pasaron juntos arriba del escenario. Hemos transitado, a lo mejor, épocas no tan buenas como las que está pasando ahora él, pero siempre juntos”, dice Magui. Y agrega: “La idea es que conozcan ese detrás de escena. Hay una generación nueva que a Ulises lo conoce con los éxitos de ahora y no conocen todo lo que ha pasado para llegar a donde está”.
El show, que será transmitido en vivo desde el teatro La Brújula, está previsto que arranque a las 22 con canciones del nuevo disco de Magui, que ya cosecha miles de visualizaciones en las redes y en las plataformas. Luego se sumará Ulises para tocar y charlar juntos. Será la primera vez que sus fans puedan verlo en acción después de tantos meses.
Consultada sobre cómo se siente Ulises frente a ese desafío, Magui dice: “Está superentusiasmado, ha puesto mucho de su parte, ha tirado muchas ideas. Verlo tan entusiasmado y con tantas ganas me pone feliz. Uno hace las cosas para poder compartirlas en familia”.
Cuarentena
Mientras Magui responde las preguntas de este medio, baña al menor de sus hijos, Valentino. Entonces se hace inevitable preguntarle cómo sobrellevó el tiempo de cuarentena y cómo fue el aislamiento sin escuela ni familia que los ayuden a ella y a su marido, Matías Suárez, jugador de River.
Asegura que los tres primeros meses "fueron de terror", pero que todo se fue acomodado. El apoyo mutuo con su marido es clave para la vida profesional de ambos y dice que trata de llevar un equilibrio para no volverse loca.
“Trato siempre de disfrutar de lo que hago y cuando veo que ya no estoy disfrutando algo, bajo un cambio”, dice. Y agrega: “Trato de que todo esté siempre en armonía. Con mi marido compartimos las actividades de la casa y tratamos de apoyarnos entre nosotros y colaborar”.
Aclara que sufre gastritis de los nervios que tiene cada vez que tiene un proyecto grande enfrente, pero se apoya en el equipo que la rodea. “La idea es que lo que haga beneficie y no que perjudique”.
Exigencias
Aunque suena muy alegre y relajada pese a estar dando una nota y cuidando de su hijo a la vez, Magui repite todo el tiempo que tiene necesidad de darle algo nuevo a la gente, lo cual da a entender que es muy exigente con lo que hace.
Asegura que no quiere “hacer más de lo mismo” y que tiene como premisa superarse a sí misma sin compararse con otras bandas.
De ahí que su disco Aprender a volar sea toda una manifestación de su presente profesional. En este material, las composiciones son propias y sirven para darle voz a la mujer dentro del cuarteto, algo que desde hace tiempo cuesta ver sobre los escenarios.
La cantante quiere que más mujeres puedan sentirse interpeladas con su mensaje y asume que lanzar cada tema significa una prueba de fuego para ella que le genera mucha adrenalina.
“Este disco fue eso, fue la incertidumbre de no saber si a la gente le iba a gustar, si lo iba a aceptar. Es una adrenalina linda y no tan linda. Pero trato de disfrutarlo”, dice. Y completa: “La verdad es que hacer un disco representa muchas horas de trabajo, de estudio y de un montón de cosas que están detrás, y que hacen que la espera se torne muy larga. Después ves los resultados y te da la sensación de que valió la pena”.
Para ver
Magui Olave junto a Ulises Bueno. Sábado 29 de agosto desde las 22. La transmisión y compra de entradas se hace a través de
. Precio del ticket 220 pesos.
