“Airbag será la nueva banda de estadios. Ustedes la tendrán en la previa de esa explosión”.
El entusiasmo del directivo discográfico que pivotea la entrevista con Pato Sardelli, cantante y guitarrista del trío bonaerense, se fundamenta en una serie de tres shows en el Luna Park, que se iniciará un día antes de su paso por Plaza de la Música, previsto para este sábado.
En uno y otro caso, la previa de este anhelado subidón de escala se inscribirá en el “Jinetes Cromados Tour”, un recorrido nacional y latinoamericano con el que la banda de hermanos (además de Pato, Gastón y Guido) presentará oficialmente Al parecer ha sido todo una trampa, su séptimo disco que interrumpió una veda sin ediciones de idéntica cantidad de años.
“El tiempo dirá”, le responde Pato Sardelli a VOS cuando se lo pone al tanto de cómo se cebó uno de los responsables de su sello.
“Pero estamos muy acostumbrados a tocar en lugares muy grandes, muy chicos… Con muchísima gente, con poca… Formamos una banda que, en mi opinión, lo que mejor hace es tocar en vivo. Nos sentimos cómodos en cualquier escala”, suma el artista, quien siempre exhala modos de guitar hero.
Un músico expansivo como él suele “padecer” la situación de estudio. “En el estudio, el que más experimenta es Guido, es él quien tiene la cabeza para eso”, revela al respecto.
“Yo soy bastante clásico. Me gusta tener toda la banda armada y empezar a zapar, que vayan saliendo las cosas… Busco jugar primero con los instrumentos básicos y después ver qué onda con las computadoras, las bases programadas y los sintetizadores”, complementa.
“Me siento muy cómodo con lo más humano, con el instrumento en la mano. El estudio tiene varias etapas. Puede ser muy estresante o muy divertido… A veces las cosas no salen. Pero si tengo que elegir, elijo el vivo”, precisa.
Sardelli cuenta que tiene una relación más sosegada con sus guitarras en la vida doméstica, a diferencia de cuando era un niño – joven que se dormía mientras ejercitaba. “Tengo una al alcance de la mano todo el tiempo –asegura–. Estoy viendo una película y toco la guitarra. No tengo como una cuestión de tocar a determinada hora. No pasa eso de un día, transcurre sin tocar una guitarra; por lo menos, agarro una por 20 segundos”.
“Pero al principio era una obsesión, estaba todo el día con el instrumento. Perfeccionando, tocando. Con el tiempo fui aflojando. Tengo una cosa con la velocidad desde chiquito, eso me gustó siempre. Era antes eso de ponerme a practicar como un loquito, ya no”, completa.
Airbag siempre hizo lo que quiso
Cuando dice “al principio”, Sardelli se refiere a fines del siglo pasado, cuando era una osadía intentar ganar espacio con una banda de rock formada por niños – púberes. ¿Sentirá que ahora hay un contexto más favorable, más elastizado? “Las cosas cambiaron –sostiene–. No existen las segmentaciones tan firmes. Celebro eso. Antes una banda salía y tenía que hacer derecho de piso, bancársela… Y así lo exigían tanto los medios como la gente. Por suerte, ahora se valora más a los jóvenes o a los fenómenos de adolescentes”.
“Cuando empezamos, en varias partes del mundo ya era así, y aquí seguíamos instalados en esa situación de que para hacerlo bien debías tener 30 años de carrera. De todo eso rescato que nos hizo muy duros. Siempre nos chupó un huevo, seguimos nuestro camino. Y hoy seguimos igual. Nunca hicimos algo que no quisimos hacer”, refuerza.
–¿Nunca quisieron la validación del rock o llegó por su propio peso?
–Lo único que buscamos siempre es tocar, hacer canciones. Juntarnos, prender los Marshall y tocar. Eso es lo único que nos conmueve. La fama, la gente y la tele son consecuencias que aparecen en mayor o menor cantidad dependiendo el momento. Son cosas que no tienen mucha importancia. Lo más lindo de esto es que se prendan las luces del estadio y, por dos horas y media, nos olvidemos de que el mundo está lleno de mierda. La vida es hermosa, pero tiene momentos muy duros. Hay gente que la pasa mal y que tiene a la música como vehículo para poder limpiar todo eso por un rato. Eso es lo importante. Todo lo demás (validación, guita, fama) es algo pasajero que si bien puede disfrutarse, no tiene valor agregado.
Airbag, el confort y el apocalipsis
Al parecer ha sido todo una trampa es una expresión que ha fortalecido cierto carácter disidente de Airbag, que en los últimos años se profundizó por las posturas de Gastón Sardelli, que simpatiza con el FIT y fue columnista de La Izquierda Diario.
“Es una frase que usamos todo el tiempo internamente. Como chiste. Pero representa también el presente del mundo y nuestra posición ante él”, explica Pato.
“Porque cualquier cosa que leés tiende a que caigas en una trampa. Pero la usamos para todo, desde cuando pedimos una pizza y no llega hasta cuando esperamos un vuelo que está retrasado”, amplía.
–Gastón siempre destaca esa parte de “Apocalipsis confort” que dice “Suenan bombas en Oriente y pareciera no importar”. Pero con Ucrania, por ejemplo, poco podemos hacer desde acá.
–Lo tenemos claro y, por eso, empezamos por casa, por mejorar nuestros vínculos más cercanos, por tratar de ayudar a los que tenemos más cerca. No hablo de dinero sino de escuchar al otro. Es lo que más podés hacer. Cuando decimos “Suenan bombas en Oriente y pareciera no importar…” es lo que sucedió siempre. Con el conflicto reciente hubo algo de atención al principio porque era necesario que todo el mundo hable de él. Pero ahora nadie te informa a fondo sobre cómo sigue.
En vivo
Airbag actuará en Plaza de la Música este sábado 11 de junio. Convocan a las 21. Entradas a $ 3.300 (precio incluye service charge), en edenentradas.com.ar.
