La dama y el caballero. Soledad Pastorutti y Luciano Pereyra. Crecieron cruzándose en los escenarios desde niños. Hoy, maduros artistas de impecable carrera, se encuentran en el escenario como dos universos paralelos de bondad, buen gusto, entrega y profesionalismo, que los hace ser queridos y admirados como pocos. Y el sentimiento es mutuo, se lo demuestran en palabras y no suena a impostura, sino que se percibe sincero y respetuoso.
Ambas figuras volvieron a encontrarse en Villa María y fueron los encargados de cerrar la tercera noche del 56º Festival Internacional de Peñas, que había comenzado con Nahuel Pennisi y Destino San Javier.
El regreso de Soledad al “Festival de festivales”
Pasada la medianoche apareció Soledad, una de las artistas que conoce este festival como pocas, donde cantó innumerable cantidad de veces desde que era una niña y llenaba cualquier estadio.
Los dos primeros temas de su show fueron Todos juntos y Esta vida, tras lo que expresó estar muy agradecida “de volver a estar en este escenario después de muchos años, de que hayan confiado en nosotros, y de poder cantar esas canciones que me hicieron llegar hasta acá y ser quien soy”.
Fue así que se remontó en el tiempo en su repertorio para interpretar chacareras como De fiesta en fiesta, Chacarera de las piedras y La simple. Siguió luego con Los paisajes y más adelante trajo De solo pensar en ti, una chacarera de su disco Natural.
Más tarde, Luciano Pereyra ingresó para abrazarla y cantar Zamba para decir adiós. Ya en otros caminos musicales, la de Arequito revisó luego Tu cárcel y Yo no te pido la luna
Segunda sorpresa de la noche: subió Eugenia Quevedo para hacer Tus botellas, en la primera vez que cantaron juntas. Después, el carnavalito Vienes y te vas inició una seria de temas para bailar, como Llorando se fue, Jurabas tú, El embrujo y Lágrimas y flores, para terminar con El bahiano y Tren del cielo.
Luciano Pereyra, con toda el alma
El cierre de la noche, una vez más a cargo de Luciano Pereyra, un especialista en ponerle el mejor broche a las veladas de este festival.
Hasta el alma, como dice la pantalla en el inicio del show y en referencia a su más reciente álbum, es la forma en que entrega cada canción. Si te vas fue el primero de los temas y siguió con Una mujer como tú. Te estás enamorando de mí fue el siguiente y allí inició una batería de grandes éxitos en su haber: Sin testigos, Chaupi corazón y El vestido rojo.
En este ida y vuelta con la otra gran presencia de la noche Soledad volvió al escenario para sumarse al recital de Luciano y compartir Enséñame a vivir sin ti. Ese fue el momento en el que Pastorutti, toda una dama de la música argentina, declaró su admiración por Luciano Pereyra como artista y como persona, y lo definió como un gran caballero.
Ya faltaba poco para el cierre, y Luciano se encaminó hacia el final de la noche con más éxitos como Perfecta y Seré, yéndose a camarines de ovacionado, como siempre. Fue una noche de mucho folklore que debe haber dejado llenos los oídos de quienes suelen reclamar más presencia de este género. Este lunes hay cuarteto, pero el martes, con Jorge Rojas y Abel Pintos, seguro algo más volverá a sonar.
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